Tras la decisión de Javier Milei de detonar el acuerdo entre Guillermo Francos y los gobernadores, ahora en la oposición «dialoguista» dicen que peligra la sesión convocada para este miércoles en Diputados.
Nicolás Massot, uno de los referentes del bloque Hacemos Coalición Federal, dijo que está en duda que se pueda sesionar y sostuvo que para que eso suceda el gobierno nacional «tiene que cambiar su postura».
El diputado se refirió al episodio del lunes con Milei detonando por Twitter el acuerdo y opinó que la apuesta de la Rosada es el choque. «Uno no puede no pensar que el Gobierno no tiene ningún interés en esta ley, que el único interés que tiene el Gobierno es construir un enemigo», afirmó.
«No lo sé, el Gobierno tiene que cambiar su postura», respondió Massot consultado sobre si habrá sesión. «Vos querés basurear a los diputados o senadores, no hay ningún problema. Pero hay 24 personas que en sus provincias fueron electas muchas veces antes y con más legitimidad que el Presidente. Se tienen que sentar y arreglar el equilibrio fiscal de todos y que las las leyes que pasen por el Congreso generen consenso», planteó en una entrevista en Radio Con Vos.
Massot dijo que «cada tanto hay una conversación acorde» con el oficialismo, pero después «se acuerdan que su manual de campaña dice que ellos no negocian, patean la mesa y todo empieza de nuevo». «Se busca, como una extensión de la campaña, inventar un enemigo», lamentó Massot, que agregó que «hay un gobierno que está buscando legitimidad en el conflicto».
El diputado dijo que en la reunión con Francos hicieron «un planteo recontra razonable» para coparticipar el 30% del Impuesto País y que las provincias tengan equilibrio fiscal. «Nos dijeron que lo veían bien. A la media hora, en una más de las desautorizaciones que ha sufrido el ministro Francos que es muy difícil ejercer su rol sin tener la autoridad de tu gobierno, nos responden por Twitter que no se había hablado. Que no se había hablado lo que 40 personas atestiguamos, es realmente muy difícil», comentó.
Finalmente, Massot pronosticó que el oficialismo redoblará la ofensiva contra los bloques «dialoguistas» y no descartó que «nos empiecen a apuntar personalmente, nos hagan campaña de desprestigio o el propio presidente empiece a marcar cuestiones de nuestra vida personal».