El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, ponderó la decisión del gobierno de quitar de la discusión legislativa el capítulo fiscal que entre otros puntos preveía la suba de retenciones a los derivados de la soja y a las exportaciones industriales, dos impuestazos con fuerte impacto en la provincia.
Pullaro fue uno de los gobernadores que lideró la rebelión contra el proyecto oficialista y repetía que su deber es defender los intereses productivos y el trabajo de Santa Fe y les pidió a los legisladores santafesinos que no avalen el aumento de retenciones.
En consecuencia, el gobernador desde la ciudad cordobesa de Cosquín, donde acompañó a la delegación de artistas santafesinos al festival folclórico, elogió la determinación del ministro Luis Caputo de quitar el capítulo fiscal del dictamen.
Además, el mandatario radical aprovechó para darle otro mensaje al gobierno nacional; «es correcto (el retroceso de Caputo)», evaluó Pullaro y señaló que el viernes a la tarde había hablado con el ministro de Interior, Guillermo Francos, quienes coincidieron en que retirar el capítulo fiscal de la ley «era una de las alternativas para lograr un acuerdo en el Congreso».
Luego, en dos momentos más de la breve respuesta sobre la conferencia de prensa que dio Caputo, el gobernador volvió a referirse a la buena sintonía que tiene con Francos a quien le ofreció sus equipos técnicos para que trabajen junto a los de Nación.
«Nos va a permitir trabajar juntos en equilibrar las cuentas de la Nación y las provincias y que este ajuste que tiene que venir no lo paguen ni la producción ni los que menos tienen, pongo mis equipos a disposición», dijo Pullaro.
La mención a Francos no parece ingenua. Como adelantó LPO, el ministro está en la cuerda floja tras la eyección de su par de Infraestructura Guillermo Ferraro. Esta semana, Francos se salvó, pero su situación en el gabinete sigue en observación por los fracasos que acumula Milei en el Congreso y el grave conflicto que escala con los gobernadores, dos relaciones a cargo del ministro del Interior.
En consecuencia, Pullaro parece dispuesto a ayudar a la continuidad de Francos, uno de los pocos funcionarios de primera línea con quien tiene diálogo fluido. El otro era Ferraro con quien los santafesinos venían charlando sobre la imperiosa necesidad de arreglar las rutas que conectan a los puertos por donde sale el 80% de las exportaciones nacionales. Ferraro ya no está.
En definitiva, la marcha atrás de Caputo dejó en evidencia lo obvio, sin consensos no había posibilidad de que la sesión prospere, admitían en el bloque libertario. Por lo tanto, más allá de los buenos o malos oficios de algún funcionario, las desprolijidades escandalosas en la confección del dictamen y la debilidad política en el Congreso, terminó tirando al tacho a la ley que pretende refundar la Argentina.
Ahora, Pullaro dejó un mensaje claro; Guillermo Francos es el funcionario en quien confían los gobernadores (y los bloques aliados) para sentarse a negociar. Se verá la próxima semana qué destino lo depara.