Javier Milei dio marcha atrás con las modificaciones a la Ley de Bosques que favorecían a Eduardo Elsztain. Al mismo tiempo el gobierno cambió la Ley de Glaciares a medida de la minera canadiense Barrick Gold.
Como reveló LPO, el dueño de IRSA era de los empresarios más beneficiados con los cambios a la Ley de Bosques. Cresud, perteneciente a Elzstain, tiene casi 300 mil hectáreas protegidas en la provincia de Salta.
Las modificaciones que había enviado el gobierno facilitaban el desmonte de tierras protegidas. Desde el gobierno tuvieron que dar marcha atrás y en el borrador del nuevo proyecto hablaron de una «defectuosa redacción» y una «confusión evitable».
La alerta llegó por los cambios a la Ley de Glaciares, que parece modificada a medida de la Barrick Gold, la minera canadiense que tiene explotaciones en la Cordillera.
«Cambiaron la definición de glaciar y de periglaciar tal como pretendía Barrick. Ellos buscaban avanzar sobre zonas protegidas y si el Congreso vota la ley van a poder hacerlo», le dijo a LPO el ambientalista Enrique Viale.
De los más de 300 proyectos mineros que hay en la Argentina, 44 están en zonas cercanas a cuerpos de hielo, según denunciaron Greenpeace y abogados ambientalistas. La normativa actual prohíbe las explotaciones mineras en zonas glaciares y periglaciares.
Además, en el nuevo borrador, el gobierno avanzó sobre la Ley de Manejo del Fuego, un ítem que no había sido parte de la primera versión. La normativa había sido modificada por impulso de Máximo Kirchner para evitar que las tierras que habían sufrido incendios pudieran volcarse de inmediato a la producción.
Se sabe que una estrategia de los terratenientes es incendiar las tierras para hacerlas aptas para el cultivo. La ley daba una prohibición expresa y obligaba a esperar 60 años antes de volcar tierras incendiadas a la producción.