El director ejecutivo de Unicef, Ted Chaiban, que estuvo tres días en la Franja de Gaza entrevistándose con algunos de los residentes, aseguró que las familias y los niños «están sufriendo algunas de las condiciones más horribles nunca vistas».
«Desde mi última visita, la situación ha pasado de catastrófica a casi colapsada. Unicef describió la Franja de Gaza como el lugar más peligroso del mundo para ser niño. Dijimos que es una guerra contra los niños y niñas. Pero estas verdades no parecen estar calando. De las casi 25.000 personas que, según los informes, han muerto en la Franja de Gaza desde la escalada de las hostilidades, hasta el 70 % son mujeres y niños«, lamentó en un comunicado reproducido por la agencia de noticias Europa Press.
«Más de 1,9 millones de personas, es decir, casi el 85% de la población de Gaza, se encuentran actualmente desplazadas, muchas de las cuales lo han estado varias veces. Más de 1 millón de ellas se encuentran en Rafah, lo que ha dado lugar a un mosaico de refugios y emplazamientos improvisados que han dejado esta pequeña ciudad prácticamente irreconocible», aseguró.
En este sentido, afirmó que la «masa de civiles en la frontera es difícil de entender y las condiciones en que viven son inhumanas».
«El agua escasea y las malas condiciones sanitarias son inexorables. El frío y la lluvia de esta semana crearon ríos de desperdicios. La poca comida disponible no satisface las necesidades nutricionales particulares de los niños. Como resultado, miles de niños y niñas están desnutridos y enfermos«, lamentó.
Además, reveló que los casos de diarrea han aumentado un 40% con respecto a la situación anterior al repunte de la violencia y señaló que a mediados de diciembre se registraron 71.000 casos entre niños y niñas menores de cinco años.
«Se trata de un asombroso deterioro de las condiciones de los niños de Gaza. Si este deterioro persiste, podríamos ver muertes debidas al conflicto indiscriminado, agravadas por fallecimientos debido a enfermedades y el hambre. Necesitamos un gran avance», alertó.
Chaiban señaló asimismo que es necesario «poner fin a unos bombardeos que no solo están matando a miles de personas, sino que también impiden la entrega de ayuda a los sobrevivientes».
«Tenemos que conseguir que entren más camiones, hacerlo por más cruces y con procesos de inspección mucho más eficientes», expresó.
«Es imperativo que se levanten las restricciones de acceso, se garanticen unas comunicaciones terrestres fiables y se facilite la circulación de los suministros humanitarios para asegurar que quienes llevan días sin recibir ayuda tengan la asistencia que necesitan desesperadamente. Y tenemos que conseguir que el tráfico comercial fluya en Gaza, para que los mercados puedan reabrir y las familias puedan depender menos de la ayuda», promovió.
Con este informe, Unicef solicitó tener acceso al norte del enclave palestino, donde se calcula que residen entre 250.000 y 300.000 personas sin acceso a agua potable y con escasez de alimentos.
«En las dos primeras semanas de enero, solo 7 de las 29 entregas de ayuda previstas han llegado a su destino en el norte de Gaza. Ni un solo camión de Unicef ha accedido al norte de la Franja de Gaza en 2024», aseguró.
«No podemos esperar más a un alto el fuego humanitario que ponga fin a las masacres y daños diarios que sufren los niños y niñas y sus familias (…) Esto no puede continuar», finalizó.