Trump vuelve a sentarse en el banquillo de los acusados en plena campaña electoral, luego de ganar el lunes las primarias republicanas en el estado de Iowa.
Este segundo juicio se circunscribe a la compensación económica que Trump deberá pagar a Carroll por llamarla «chiflada» y por asegurar que sus afirmaciones sobre la agresión sexual que sufrió en los 90 eran «falsas».
La justicia lo halló culpable en 2023 por la agresión sexual contra la escritora y columnista de la revista Elle en unos grandes almacenes de lujo, algo que él niega.
El jurado también determinó que Trump difamó a Carroll en una publicación de octubre de 2022 en su red social Truth Social, en la que calificó las acusaciones como una «estafa».
Es por ello que un tribunal estableció en mayo del año pasado que Trump debía pagar 5 millones de dólares de indemnización a Carroll, por abuso y por haberla difamado, un veredicto que la defensa del exmandatario apeló.
Ahora el nuevo juicio que Trump enfrenta por difamación se centra en unas declaraciones que hizo el republicano de 77 años en junio de 2019, después de que Carroll decidiera hacer pública su denuncia en un artículo en una revista.
En aquel momento, el entonces presidente aseguró que Carroll «no era su tipo» y que se había inventado toda la historia para «vender su nuevo libro».
Trump llegó este martes a bordo de un cortejo de autos negros al tribunal situado en el sur de Manhattan, que amaneció cubierta por una capa de nieve.
Según la prensa judicial presente en la sala, los dos protagonistas no intercambiaron miradas.
Está previsto que el tribunal establezca la cuantía de la indemnización, si bien Carroll solicitó 10 millones de dólares por daños y perjuicios, según informaciones de la cadena estadounidense de noticias CNN, recogidas por Europa Press.
Este nuevo juicio se da en medio de los renovados intentos de Trump por volver a la Casa Blanca. El republicano calificó los diferentes frentes judiciales a los que se enfrenta de «caza de brujas«, destinada a obstaculizar sus aspiraciones presidenciales.
Primarias republicanas
El expresidente de 77 años, sobre el que pesan cuatro acusaciones penales, se quedó este lunes con el 51% de los votos en las primarias republicanas en el estado de Iowa, en una votación considerada clave para influir en el resto de los estados de cara a las elecciones de noviembre.
En la pelea por la candidatura, el gobernador de Florida, DeSantis, quedó segundo con 21,2%, mientras que Haley, exembajadora ante Naciones Unidas, obtuvo el 19,1%.
«La gran noche será en noviembre, cuando recuperemos nuestro país», señaló anoche ante sus seguidores el exmandatario.
Iowa cuenta con apenas 3,2 millones de habitantes, menos del 1% de la población de Estados Unidos, pero es desde hace 50 años el escenario del primer round de las primarias, lo que le otorga un peso político muy especial.