Mauricio Macri se prepara para ser el nuevo presidente del PRO. «Decepcionado» con Javier Milei, busca reemplazar a Patricia Bullrich en el partido amarillo y retomar una centralidad política que parece haber perdido tras el triunfo libertario.
El ex presidente está en Cumelén, el exclusivo country de Villa La Angostura en donde vacaciona desde hace casi una década. Si bien este año no se conocieron imágenes de sus encuentros, estuvo con Victoria Villarruel en una reunión que aumentó la tensión con el presidente.
Su relación con la vicepresidenta alimenta las teorías más conspirativas y dispara el enojo de la Casa Rosada, pero no parece preocupar a Macri que incluso le dio espesura política a la visita de Villarruel a Córdoba de este viernes.
Macri está bastante decidido a presentarse como presidente del PRO en reemplazo de Patricia Bullrich, que tiene ganar de renovar en el cargo. Anticipándose, Macri ya se comunicó con la mayoría de los presidentes provinciales del partido para alinearlos con su candidatura. «Si Mauricio se presenta Patricia no tiene chances», afirmó lapidario a LPO un diputado de los primeros en respaldar la fallida candidatura presidencial de Bullrich.
En sus diálogos con distintos dirigentes del PRO, Macri no oculta su «decepción» con el gobierno de Milei. Esa es la palabra que repite y siempre escueto, argumenta que el libertario es «improvisado» y sus equipos son «muy flojos». «Es un equipito», repite y subraya que no tuvo nada que ver con la designación de Toto Caputo como ministro, ni con el mega DNU de Federico Sturzenegger.
Luego del triunfo de Milei en el balotaje, parecía que Macri tendría su ansiado segundo tiempo. El ex Presidente se ofreció como armador del gabinete, pero tras idas y vueltas, perdió casi todos los cargos que pidió, empezando por la presidencia de la Cámara de Diputados para Cristian Ritondo. Milei veta especialmente a todos los recomendados de Macri y prefiere negociar directamente con dirigentes del PRO como hizo con Bullrich.
El regreso de Macri puso en alerta a Patricia Bullrich. La relación entre ambos está muy desgastada. Cerca de la ministra de Seguridad todavía le achacan a Macri la derrota en las generales y consideran que les jugó en contra durante la campaña. Es por eso que, tras el triunfo libertario, Bullrich jugó por la propia y se sumó al gobierno sin consultar a su ex jefe.
En alerta ante el regreso de Macri, Patricia se comunicó con Horacio Rodríguez Larreta para frenar el avance del ex presidente. «Macri me usó a mí para matarte y después usó a Milei para matarme a mi ¿Por qué seguimos sometidos a su liderazgo?», le planteó siempre frontal la ministra y le propuso sumar fuerzas para quedarse con el PRO. La respuesta de Larreta la dejó desconcertada: le pidió tiempo para pensarlo.
En el PRO creen que nadie podrá impedir el triunfo del ex presidente si se postula a la presidencia del partido. Incluso descartan que para evitar agravar las internas un tercero neutral como el gobernador de Chubut, Nacho Torres, pueda asumir en en el partido.