En ambos casos, las pintadas fueron realizadas con un aerosol color rosa y el mismo texto: “Pullaro narco, con los presos no se jode”, precisaron los informantes.
Las pintadas se inscriben en una serie de balaceras y amenazas recibidas en inmuebles públicos y dirigidas al mandatario provincial santafesino.
Una de las pintadas fue descubierta en la Escuela Técnica número 466 “General Manuel Savio”, situada en Rouillón y White, por su director.
“No sé si lo hicieron anoche o cuándo fue, pero seguro que fue en estos días porque a principios de semana no estaba”, afirmó el directivo, de nombre Juan Carlos, a un canal televisivo local.
Además, dijo que “la sorpresa es que hayan usado la vereda de nuestra escuela para dar un mensaje”, aunque existen antecedentes de notas dejadas en establecimientos educativos y hasta balaceras a las fachadas como mensajes mafiosos.
El 27 de diciembre pasado dos personas fueron detenidas tras tirotearse con la policía y una de ellas llevaba encima una nota intimidatoria hacia el gobernador.
El fiscal del caso, Franco Carbone, dijo que la principal hipótesis de la investigación es que se dirigían a balear una escuela para dejar la nota.
La otra pintada, idéntica a la de la escuela en su contenido, apareció este viernes ubicado en calle Teniente Agneta al 1400, a pocas cuadras de la Técnica Nº 466.
Según fuentes policiales, el texto escrito es el mismo y sus autores utilizaron un aerosol idéntico o muy parece, de color rosa.
En ese caso, la pintada se hizo sobre una pared lateral de ingreso al centro de salud público.
Los investigadores no descartan que hayan sido las mismas personas quienes efectuaron las dos pintadas, aunque es materia de investigación y pericias caligráficas.
Antecedentes
El lunes pasado el propio gobernador reveló durante un acto en el Registro Civil de Rosario que minutos antes se había encontrado una nota intimidatoria hacia su familia en la sede local de la Dirección Nacional de Migraciones.
Pullaro contó que había decidido sacar a su familia de la ciudad de Rosario como medida preventiva por las amenazas recibidas.
En la primera semana de su gestión, iniciada el 10 de diciembre pasado, se registraron tres balaceras a una escuela, un hospital y el cajero automático de la sede un banco privado en Rosario.
En dos de esos sitios, los autores dejaron también escritos amenazantes firmados por presuntos presos.
Tanto el Gobierno como el fiscal que investiga esos hechos, Carbone, afirmaron que se trata de “reacciones” a la decisión oficial de alojar a los presos de alto perfil en los mismos pabellones y separados del resto de la población carcelaria, y con restricciones en sus condiciones de detención.