El gobierno nacional trabaja en una serie de reformas para que las Fuerzas Armadas puedan colaborar/participar en tareas de seguridad como el narcotráfico y el terrorismo.
La propuesta de la administración de Javier Milei, que se instrumentará a través de un decreto, busca habilitar a los militares a fortalecer el control del espacio aéreo y el patrullaje. El martes, durante la asunción del nuevo jefe de Estado Mayor Conjunto, el ministro de Defensa Luis Petri afirmó que es necesario “modernizar la legislación y a las Fuerzas Armadas para ponerlas al servicio de la reconstrucción de la Patria”.
Además de este decreto para que las fuerzas armadas puedan combatir el narcotráfico y el terrorismo, se elaborará un nueva Directivo de Política de Defensa Nacional (DPDN). Con este paquete de reformas se busca ampliar la presencia militar argentina en el cuidado de “objetivos claves” para el país.
El Gobierno prepara una reforma para que las Fuerzas Armadas combatan el narcotráfico y el terrorismo
La gestión del expresidente Mauricio Macri había lanzado reformas similares pero la administración de Alberto Fernández eliminó el decreto e impidió el accionar militar en cuestiones de seguridad interior. La reforma que quieren impulsar en la gestión de Milei permitirá una acción conjunta -específica- de las fuerzas armadas y de seguridad.
“Hoy en día el Ejército no le puede prestar a la Gendarmería ningún helicóptero”, grafican fuentes oficiales que defienden las modificaciones.
Las carteras de Defensa y Seguridad trabajan para incrementar la presencia de la Armada Argentina en la “milla marítima 200″, sobre el límite de la zona económica exclusiva local, donde cientos de buques (muchos de estos de bandera china) se aprovechan de un vacío legal en aguas internacionales para depredar el mar sin regulación.
Según pudo saber TN, entre los cambios que propone el Gobierno también se incluye la optimización del apoyo logístico proporcionado por los militares, que pondrían a disposición helicópteros, buques, aviones y radares para respaldar las operaciones de las fuerzas de seguridad.
Otro enfoque de esta reforma tiene por objetivo proporcionar un mayor respaldo logístico, especialmente en términos de información y movilidad militar, en la frontera norte del país, donde se enfrentan problemas significativos relacionados con el narcotráfico.
El objetivo es simplificar la actual ley de seguridad interior, que contempla un comité de crisis y la posterior integración de un comité permanente entre las FFAA y las fuerzas de seguridad en casos de ataques terroristas o incidentes relacionados con el tráfico de drogas.
Milei designó a la nueva cúpula militar y pasó a retiro a 22 generales
La semana pasada, Milei eligió a las nuevas autoridades de la cúpula de las Fuerzas Armadas y produjo el retiro de generales más grande en el Ejército desde la asunción de Néstor Kirchner en 2003. El Presidente nombró al general de brigada Alberto Presti como nuevo jefe del Ejército y la decisión obligó que sean pasados a retiro todos los generales con más antigüedad que él.
El descabezamiento por esta decisión alcanza a unas 16 altos mandos, pero a la nómina se suma el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el teniente general Juan Martín Paleo, quien pidió su pase retiro voluntario.
Los retiros en la Armada alcanzan a siete almirantes y tres brigadieres, por lo que la mayor cantidad de salidas se produjeron dentro del Ejército. De esta manera, los retiros impulsados por este gobierno superan a los que del 2003, cuando Néstor Kirchner nombró al jefe del Regimiento de Infantería de Río Gallegos, Roberto Bendini, como jefe del Ejército y obligó el pase a retiro de 19 generales más antiguos que él.