Mariano Cúneo Libarona debió salir a negar que haya firmado un pacto de impunidad con Cristina Kirchner en medio de las presiones del macrismo para correrlo del ministerio de Justicia.
«Hubo algún señor que dijo que yo fui al Senado a hablar con Cristina Kirchner, no la conozco. La vi el día de la jura. Es la única vez en mi vida que que la vi, ahí de lejos. Nunca hablé. No hay pacto de nada», explicó Cúneo en el programa de Joaquín Morales Solá en LN+.
Desde que Javier Milei le susurró a Cristina en su asunción que se quedara tranquila, en el macrismo sospechan sobre un pacto para que no avancen las causas de la ex presidenta en la Justicia. Los libertarios dicen que Milei se refería a que la custodia de Cristina seguirá dependiendo de Casa Militar y no de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a quien el kirchnerismo vincula con el intento de magnicidio que sufrió la entonces vicepresidenta en la puerta de su casa.
Cúneo se ganó el odio de los trolls macristas, que en algunos casos son ex diputados, por sus declaraciones sobre el «lawfare» en el programa de Luis Novaresio por LN+.
«Hubo fue un uso indiscriminado de los tribunales y agencias del estado para perseguir opositores o, en otros tiempos, para desactivar lo que hicieron los opositores. Quiero paz, que miremos para adelante, un país con armonía. Basta de guerras judiciales y buscar al juez», dijo Cúneo.
Los lilitos le saltaron a la yugular y también radicales como el ex diputado Álvaro Lamadrid. «No están a favor de un pacto de impunidad con Cristina, ni del perdón a los corruptos», dijo Lamadrid.
Las sospechas desgastan a Cúneo de cara a los aliados, pero su suerte depende más de Karina Milei. La hermana presidencial lo puso en la mira por el alto perfil en los medios que cultiva desde hace décadas. A Karina no le gustan los divismos en el gabinete, como viene demostrando desde antes de la asunción. Por eso a Cúneo ya lo habían querido controlar al intervenirle el área de prensa con gente del Grupo Marlboro de Santiago Caputo.
Mauricio Macri quiere aprovechar el asedio que padece Cúneo para motorizar su desplazamiento y retomar su propuesta original de llevar a Germán Garavano al ministerio de Justicia, como una manera de garantizarse que duerman sus propias causas.
El principal obstáculo que tiene Macri es su distanciamiento con Milei, en medio de la tensión por sus contactos con Victoria Villarruel que tienen en vilo no sólo al Gobierno sino al resto del sistema político.