«El secretario reafirmó nuestro apoyo al derecho de Israel a impedir que se repitan los ataques terroristas del 7 de octubre y subrayó la importancia de evitar más daños a la población civil y de proteger las infraestructuras civiles en Gaza», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
La guerra en Gaza se inició luego de que milicianos de Hamas y otros grupos armados como la Yihad Islámica atacaran territorio israelí el 7 de octubre, donde mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a unas 240, entre ellos una veintena de argentinos. Luego de una mediación encabezada por Qatar, Estados Unidos y Egipto, fueron liberados más de 100 rehenes a cambio de prisioneros palestinos retenidos en cárceles israelíes.
El funcionario de la administración de Joe Biden y Netanyahu también discutieron sobre «los esfuerzos en curso para asegurar la liberación de todos los rehenes» que permanecen en cautiverio en Gaza y que, según un recuento de las autoridades israelíes, son cerca de 130.
A su vez, dialogaron sobre «la importancia de aumentar el nivel de asistencia humanitaria que llega a los civiles en Gaza», dijo Miller.
Blinken también se reunió con el opositor de Netanyahu y actual miembro del gabinete de guerra, Benny Ganzt, y luego del encuentro la secretaría de Estado publicó un breve comunicado donde señaló que EEUU estima que la reducción de daños a civiles y la aceleración de la ayuda para los palestinos de Gaza, entre otras cosas, podría hacerse «mediante un proceso eficaz de desescalada del conflicto».
Luego de las reuniones con miembros del gobierno israelí, el funcionario de EEUU dio una conferencia de prensa en la que aseguró «que todo el mundo tiene que tomar decisiones, y eso incluye a Hamas», ya que el grupo podría «haber acabado con esto el 8 de octubre si no se hubiera escondido detrás de los civiles, si hubiera depuesto las armas, si se hubiera rendido, si hubiera liberado a los rehenes».
En momentos en que «la campaña de Israel evoluciona hacia una fase de menor intensidad en el norte de Gaza y (el ejército israelí) reduce sus efectivos allí, hemos acordado un plan para que la ONU lleve a cabo una misión de evaluación» en esa zona, dijo Blinken.
En un principio, la ofensiva israelí se centró en el norte del enclave, pero los funcionarios de Netanyahu explicaron en los últimos días que la avanzada se enfoca ahora en el centro y sur del territorio
Según el secretario de Estado estadounidense, la misión de la ONU «determinará qué hay que hacer para permitir que los desplazados palestinos vuelvan al norte de forma segura». Esto no ocurrirá de la noche a la mañana, afirmó y añadió que existen «graves problemas de seguridad, infraestructura y humanitarios».
Pero esta misión iniciará un proceso que evalúe estos obstáculos y cómo pueden superarse. «He dejado muy claro que los civiles palestinos deben poder regresar a sus hogares tan pronto como las condiciones lo permitan. No se les debe presionar para que abandonen Gaza», dijo Blinken, según recogió el diario británico The Guardian.
EEUU rechaza «inequívocamente» cualquier propuesta que abogue por el reasentamiento de palestinos fuera de Gaza, informó. A la vez, aseguró que el «balance diario de civiles en Gaza, sobre todo niños, es demasiado alto».
Blinken también reclamó «más comida, más agua, más medicamentos» para Gaza, según recogió la agencia de noticia AFP.
Luego del ataque de Hamas, Israel declaró la guerra y desató una ofensiva contra la Franja de Gaza que dejó al menos 23.210 muertos, según el balance de hoy del Ministerio de Salud del enclave gobernado por Hamas, además de una situación humanitaria agravada por la falta de insumos básicos en el enclave.
Miller también comentó que Blinken «reiteró la necesidad de garantizar una paz duradera y sostenible para Israel y la región, incluida la creación de un Estado palestino».
Durante su conferencia de prensa, Blinken aseguró que «Israel debe ser un interlocutor de los líderes palestinos que desean dirigir a su pueblo (…) e Israel debe dejar de socavar la capacidad de los palestinos para gobernarse eficazmente», declaró.
Israel ocupa Cisjordania y Jerusalén este desde una guerra con países árabes en 1967, y los palestinos reclaman ambos territorios para fundar un Estado independiente que también incluya la Franja de Gaza, territorio que estaba bloqueado por cielo, mar y tierra por el gobierno israelí desde que se retiró en 2005.
Blinken también mantuvo un encuentro con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, en Tel Aviv. Gallant le comunicó a Blinken que «se intensificarán y continuarán» las operaciones israelíes en el sur de Gaza, hasta que se encuentre a los dirigentes de Hamas y se libere a los rehenes israelíes «sanos y salvos», según un comunicado del gobierno israelí citado por Times of Israel.
Pese a la presión internacional y los llamados de cese del fuego, Israel se mantiene inflexible y continúa con su ofensiva en Gaza. En este sentido, Gallant informó a Blinken sobre la evolución de la guerra y señaló los «cambios en las tácticas de combate» de Israel en el norte del enclave, donde los militares han reducido algunos de los combates.
Nuevos ataques
Khan Yunis y Rafah, las mayores ciudades del sur palestino, volvieron a ser blanco de intensos bombardeos en la madrugada, según la agencia de noticias AFP. Ambas localidades acogen a miles de desplazados internos desde que comenzó la guerra.
El Ejército israelí anunció que sus tropas mataron a 40 combatientes islamistas en las últimas 24 horas, en el marco de «operaciones terrestres ampliadas que incluyen ataques aéreos» en Khan Yunis, y que fueron incautadas todo tipo de armas.
Al mismo tiempo, confirmó este martes que otros nueve de sus militares murieron en combates durante las últimas horas, lo que eleva a 185 el número de soldados israelíes caídos desde el inicio de la guerra, consignó la agencia de noticias Europa Press.