Se trata de Francisco Waldemar Reddy (20), quien fue indagado por el fiscal Jonatan Robert, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10 descentralizada de Chascomús, quien le imputó los delitos de «homicidio agravado por alevosía» respecto de la mujer, «homicidio agravado por el vínculo» en el caso de su padre y «homicidio simple» por el crimen del menor de edad.
Según las fuentes, el acusado se negó a declarar, tras lo cual quedó alojado en la comisaría 5ta. de la localidad bonaerense de Avellaneda, mientras se resuelve su situación procesal.
A su vez, los voceros indicaron que el policía se encontraba con licencia médica desde el 1 de diciembre pasado y debía retornar a sus funciones en la fuerza el sábado 30, es decir el día posterior al del triple crimen.
Hasta el momento, Francisco es el único imputado del triple crimen de su padre Diego Reddy (44), la pareja de este, María Eugenia Suárez (46); y a su hermano Ignacio (12).
En tanto, los pesquisas aguardan para los próximos días los resultados de los peritajes balísticos a la carabina secuestrada en la camioneta Chevrolet S10 blanca del policía detenido para determinar si fue el arma utilizada en el hecho.
«El oficial de la Policía de la provincia de Buenos Aires acusado del triple crimen de su padre, la pareja de este y su hermano de 12 años, asesinados el 29 de diciembre pasado en una estancia de la ciudad de Chascomús, se negó a declarar ante el fiscal de la causa y seguirá detenido, informaron este martes fuentes judiciales»
En un inicio de la investigación, cuando sólo se habían hallado los cuerpos de Suárez e Ignacio, el Reddy padre fue apuntado como principal sospechoso hasta que finalmente se encontró también su cadáver.
Voceros judiciales y policiales explicaron a Télam que el hijo mayor del hombre quedó bajo sospecha cuando al declarar como testigo se contradijo en la suma de dinero que supuestamente se había llevado su padre luego de cometer los asesinatos, ya que un principio dijo que eran 9 millones de pesos y luego 4.
En las últimas horas, el fiscal Robert recibió un adelanto de la autopsia que reveló que Diego Reddy recibió dos impactos de bala, uno de ellos que ingresó por el brazo pero le atravesó el tórax y el otro en la zona de la nuca.
El triple crimen fue cometido el 29 de diciembre pasado en la estancia «Los Pinos», situada sobre el kilómetro 129 de la Autovía 2, en Chascomús, donde una cámara cercana al predio captó el momento en el que se vio ingresar al policía y luego retirarse del lugar.
Según explicó el fiscal Robert a C5N, «a las 17.31 la cámara toma la salida de la camioneta Chevrolet S10 (adquirida por el imputado días atrás) con sentido a la ruta 2; 17.59 la cámara toma ingresando la camioneta, con sentido al campo, y la vuelve a tomar 19.43, que es cuando la camioneta egresa nuevamente hacia la ruta 2 y no vuelve a ingresar más».
«Hay dos empleados que estaban trabajando esa tarde en el establecimiento rural, que en el horario aproximado a las 18.30 les parece haber escuchado un estruendo similar a un disparo de arma de fuego», recordó.
Luego añadió que los movimientos de los celulares del grupo familiar reveló que «el teléfono de Francisco Reddy tenía activación en la antena del kilómetro 139 de Chascomús, es decir ahí cerquita nomás del campo».
Por otro lado, el fiscal indicó que un familiar de los Reddy declaró que «le había prestado una carabina al imputado el día del hecho en horas del mediodía», ya que la necesitaba «para ir a cazar», lo que «eventualmente puede dar cuenta de una premeditación».
Con las pruebas recolectadas, el fiscal Robert solicitó el domingo la detención del policía por los crímenes de Suárez y del menor, lo cual fue avalado por la Justicia de Garantías.
Y al continuar con las diligencias, los pesquisas ampliaron los rastrillajes en la estancia y horas más tarde de ese mismo día hallaron el cadáver de Reddy padre en unos pastizales ubicados a 250 metros de la casa en la que el viernes por la noche se habían hallado los cuerpos de las otras dos víctimas tras un llamado al 911 del administrador del campo.
Una vez dentro de la estancia, los policías hallaron asesinada a Suárez en la cocina, mientras que su hijo se encontraba gravemente herido en un galpón, ambos presentaban heridas por disparos de arma de fuego.
El niño de 12 años fue trasladado de urgencia al hospital San Vicente de Paul, donde fue operado, pero finalmente falleció a raíz de las heridas de bala que sufrió.