En los últimos días se habló entre los analistas de «La doctrina del shock», el libro de la periodista canadiense Naomí Klein, que describe cómo los gobiernos usan la confusión general para imponer reformas antipáticas ancladas en las políticas económicas de la Escuela de Chicago.
Javier Milei dice preferir la escuela austríaca porque es anarcocapitalista, pero está usando las mismas herramientas de las que habla Klein. Los analistas creen que el presidente aprovecha la confusión opositora para ganar tiempo.
Desde que lanzó el DNU de desregulación, Milei comenzó a aplicar la estrategia del spam, que confirmó con el envío de la ley ómnibus, un nombre que molesta a los libertarios porque prefieren el grandilocuente «Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos».
Entre ambas normas Milei modifica cientos de leyes de todo tipo: penales, tributarias, laborales, electorales y hasta impone el regreso de los manicomios y que los jueces usen toga negra como en Law and Order. Con una oposición aturdida, la de Milei es una manera histriónica de manejar la agenda.
«El tiempo le corre en contra al gobierno, necesita sacar todo rápido», dijo el analista y encuestador Hugo Haime en diálogo con LPO. «Milei tiene acorralada a la oposición, que no sabe qué decir ni qué hacer», dijo.
«El peronismo no tiene un discurso del que pueda defenderse, ni un discurso coherente. Y el resto de la oposición va y viene», dijo Haime. Mientras la CGT anunció el primer paro general de la era Milei para enero, Máximo Kirchner reconoció a Radio con Vos que no terminó de leer la ley, pero dijo que Milei está buscando «atorar» al Congreso.
En tanto que como explicó LPO, en el bloque del PRO se debaten entre los que dicen que la ley es «invotable», quienes quieren «ayudar» y quienes dicen que van a perder un año sólo leyéndola.
«Si el gobierno deja correr el tiempo, se le va en contra porque hay muchas cosas que están dentro de las leyes que presenta que tienen rechazo social», explicó Haime. El analista explicó el apoyo social que tiene el gobierno es relativo. «Porque tiene un 52% de aprobación de gestión y la gente en realidad piensa que el parlamento no le puede dar un cheque en blanco. Entonces más pasa el tiempo, más se le van a complicar las cosas al gobierno», explicó.
Mariel Fornori, directora de la consultora Management & Fit, dijo a LPO que la oposición y la política estaban en estado de confusión desde antes de que Milei sea presidente. «De hecho eso fue lo que permitió que Milei sea presidente: la dirigencia política en su conjunto estaba en estado de shock y no terminaba de entender lo que pasaba en el contexto», dijo Fornoni. «Eso es lo que dio lugar a Milei presidente y eso es lo que sigue dando lugar a lo que pasa hoy», explicó.
La directora de M&F dijo que el ajuste de Milei es «muy duro» y que probablemente algunos de los sectores más pauperizados que lo apoyaron desde el principio, lo sigan apoyando. Pero toda la clase media que no es parte de 30% que lo eligió en las PASO y en la general sino que se le sumó en el ballotage, es un segmento que «lo va a tener muy complicado», dijo Fornoni. «Veamos si la política sigue confundida o no», dijo.
