No es casualidad que sea el lugar que ya había elegido Mauricio Macri para hacer política, a un costo que ronda los 450 dólares por día. Además de las habitaciones, incluye otros servicios como sala de reuniones, un amplio living, un gran escritorio, pileta y gimnasio comunes.
Desde entonces han transcurrido alrededor de cien días, por lo que el gasto hotelero de Javier Milei suma alrededor de 45 mil dólares. La pregunta que se planteó desde un primer momento es si el actual presidente paga efectivamente esos servicios, o bien disfruta de ellos sin hacer erogaciones personales. Tal como gustan decir los liberales y libertarios al referirse a la salud o la educación, por ejemplo, nada es gratis, sino que alguien paga el costo. En el caso del alojamiento de Milei, quienes abonamos esos gastos somos nada menos que todos los argentinos.
Claro está que no lo hacemos de manera directa, ya que ninguna partida oficial registra los gastos de hotelería del actual presidente. En cambio, el pago se realiza a través de una especie de trueque, en el que son cargos y cajas públicas la contraprestación que el gobierno ha decidido otorgar para sostener el lujoso estilo de vida del primer mandatario.
Veámoslo con cierto detalle. Desde el año 1998 el propietario del hotel Libertador es el Grupo IRSA, una sociedad dedicada a las operaciones inmobiliarias de nivel premium y que ha sido una de las más favorecidas por el estado en el pasado. El presidente del directorio de IRSA es Eduardo Elsztain, quien también ejerce la presidencia del Banco Hipotecario, Cresud y BrasilAgro. En 2017, fue uno de los tres empresarios cercanos al macrismo –junto a Marcos Galperín y Marcelo Mindlín-, que aparecieron junto con el ex presidente Macri en los Panamá Papers por poseer cuentas en paraísos fiscales.
Tal como informó oportunamente REALPOLITIK, Cresud -empresa de la que Elsztain posee el 38,7 por ciento- es la principal accionista del hotel con un total del 56.7 por ciento de las acciones. Lo que sorprende es que la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, posee el 5,2 por ciento del hotel Libertador y el 4 por ciento de Cresud.
Las intrincadas relaciones entre la política y las corporaciones económicas permitían pronosticar que el Grupo IRSA obtendría beneficios suculentos por proveer de alojamiento a Javier Milei. La anulación de la ley de Alquileres, con la consiguiente anulación de topes y cláusulas restrictivas de actualización, restringiéndola al ámbito de negociación entre privados, significa una fuente de beneficios excepcionales, ya que ese grupo empresarial incluye dentro de su cartera de inversiones el hotel Llao Llao de Bariloche, y los shoppings Abasto, Alto Palermo, Alto Avellaneda, Dot, Paseo Alcorta y Patio Bullrich, entre otros.
Pero a esta sospecha que ya formuláramos en su momento, ahora se suma la designación de Nicolas Pakgojz, de IRSA, como titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). Creada durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la AABE tiene entre sus principales competencias la ejecución de las políticas, normas y procedimientos que rigen la disposición y administración de los bienes inmuebles del estado nacional en uso, concesionados y/o desafectados; la gestión de la información del Registro Nacional de Bienes Inmuebles del Estado y su evaluación y contralor; la coordinación de las políticas, normas y procedimientos relacionados con los bienes inmuebles del estado nacional; el control permanente de la actividad inmobiliaria estatal y la intervención en toda operación inmobiliaria de la totalidad de las jurisdicciones y entidades que conforman el sector público nacional.
Sus funciones, en tanto, consisten en proponer las políticas, normas y procedimientos respecto de la utilización y disposición de los bienes inmuebles del estado nacional; coordinar la actividad inmobiliaria del estado nacional, interviniendo en toda medida de gestión que implique la celebración, ya sea a título oneroso o gratuito, de los siguientes actos con relación a inmuebles estatales: adquisición o enajenación; constitución, transferencia, modificación o extinción de otros derechos reales o personales; locación; y asignación o transferencia de uso.
Esto implica que el Grupo IRSA contará, a cambio del alojamiento de Milei, con la atribución de disponer y administrar los bienes inmuebles desafectados del uso, declarados innecesarios y/o sin destino; asignar y reasignar los restantes bienes inmuebles que integran el patrimonio del estado nacional; lo cual incluye, naturalmente, su privatización o cesión en alquiler a precio vil. En su órbita ingresan los inmuebles estatales y los correspondientes a las empresas prestatarias de servicios públicos, en coordinación con los entes reguladores, los que podrá: “Transferir y enajenar, previa autorización pertinente conforme la normativa vigente, bienes inmuebles desafectados del uso con el fin de constituir emprendimientos de interés público, destinados al desarrollo y la inclusión social, en coordinación con las áreas con competencia específica en la materia”.
A apenas unos días del inicio de la presidencia de Javier Milei ya queda en claro quién pagará el costo y hasta dónde podría elevarse: nada menos que dejar en manos del Grupo IRSA el manejo de todos los inmuebles públicos de la Argentina para disponer prácticamente a voluntad de ellos. Ahora se entiende por qué los empresarios de este grupo gritaban a pecho abierto “Viva la libertad, carajo”.
(www.REALPOLITIK.com.ar)