Esta semana, en paralelo al debate sobre el DNU, se sucedieron varias reuniones para presionar al Gobierno para que revise su decisión de frenar la obra del Gasoducto del Norte.
El ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, recibió los reclamos de los representantes del «Grupo de los Seis», sello que agrupa a la Cámara de la Construcción, la UIA, los bancos, la bolsa, la Sociedad Rural y la Cámara de Comercio; así como de la UOCRA que conduce Gerardo Martinez. Tras los encuentros, fuentes oficiales informaron que se está considerando la posibilidad de exceptuar a la obra del freno total a la obra pública que anunció Milei.
La posible marcha atrás de Milei tiene sentido si se observa la influencia de Paolo Rocca en su gobierno. El dueño de Techint fue el principal financista de su campaña y una vez que Milei llegó al poder le entregó el control de YPF y todo el control del área energética. El empresario funciona en los hechos como una suerte de tutor de los ministros.
Mientras que Gerardo Martínez, como reveló LPO, es el principal aliado de Milei en el mundo sindical y quien operó la semana pasada para que CGT postergue el paro y desvíe la marcha de protesta contra el decretazo hacia el Palacio de Tribunales en lugar de ir a la Casa Rosada, que es donde trabaja Milei.
La obra de reversión del Gasoducto del Norte anunciada por Sergio Massa es condición necesaria para el abastecimiento en la región norte del país. En caso contrario, las alternativas son pagar mas de USD 2000 millones de dólares en importaciones o que industria y hogares se queden sin gas durante el invierno.
El proyecto que contempla la reversión del sentido de inyección de gas en cuatro plantas compresoras existentes, para que el fluido provenga desde Vaca Muerta y no desde el caño que baja desde Bolivia cuya producción se encuentra en declino, esta presupuestada en USD 710 millones. Según la licitación ya realizada, Techint se que con la obra, como hidaría con la obra como ya hizo con el gasoducto de Vaca Muerta.
La iniciativa cuenta con financiamiento parcial de un crédito del CAF por USD 540 millones, aunque cotizados al tipo de cambio oficial de la época de Massa cuando estaba en 350 pesos. El proceso licitatorio fue iniciado por al anterior gobierno, pero la obra no fue adjudicada.
La explicación oficial es que no hubo adjudicaciones porque las ofertas superaron los montos límite impuestos por el gobierno anterior. A pesar de esto se admitió la propuestas de la UTE Techint-Sacde por ser la oferta más competitiva.
Que el gobierno haya pasado de la cancelación total de la obra, a ponerla bajo análisis, es una muestra mas de la poderosa influencia de Paolo Rocca sobre las decisiones del libertario. El desparpajo de la influencia de los grandes empresarios en las decisiones de Milei, recuerdan los aspectos más polémicos del gobierno de Carlos Menem.
Ya durante la primer semana de gobierno Rocca hizo público jueves su respaldo al gobierno de Javier Milei junto al ministro del Interior, Guillermo Francos. El CEO de Techint afirmó que «estamos frente a un cambio estructural, a un reset de la Argentina que va a abarcar todos los sectores del país» y le encomendó a Francos que apure la reforma laboral.
Obediente, Francos anticipó medidas y le pidió a los empresarios que se enriquecieran, anticipando el mega decreto que beneficia a varios grupos económicos, que hasta habrían aportado los estudios de abogados para que los redacten. «El objetivo es quitarle al sector privado el peso del Estado, lo van a ver en los próximos días con algunos decretos y resoluciones. Tenemos que abrir la economía para que el sector privado haga, como dice el presidente, lo que deben hacer ustedes que es hacerse ricos».
Menos evidente es el rol de Gerardo Martinez titular de la Uocra, otra parte interesada en el avance de la obra del reversal del Gasoducto del Norte. Aún así abundan sus guiños al gobierno.
Como anticipó este medio, Gerardo Martínez logró frenar el paro general que la CGT analizaba para este viernes.
El titular de la Uocra tiene diálogo directo con Milei y suele reunirse con el ministro del Interior, Guillermo Francos, y de hecho luego d ela tensión por el avance del decretazo sobre temas medulares para los sindicatos, entre ambos intentaron abrir un canal de diálogo con el resto de la CGT. Pero como explicó LPO, la negociación fracasó.
De todos modos, Martínez consiguió postergar la definición del paro en la reunión del Consejo Directivo de la CGT que se desarrolló este jueves en la sede de su gremio.
El titular de la Uocra, cuyo sistema de despidos es el que quiere implementar el Gobierno, es partidario de «no mostrarse confrontativos de movida», mientras que otros gremialistas como Pablo Moyano piden un paro general urgente.