Con los atracones de Navidad y Fin de Año vamos a querer compensar los días de excesos de alguna manera. La actividad física puede ser una opción, pero no todos los ejercicios son recomendables ni tampoco pasarse con el tiempo y la intensidad.
No es lo mismo la actividad física en personas con factores de riesgo que en quienes no los presentan. Difiere también si se trata de gente acostumbrada al entrenamiento, ya sea recreativo o competitivo, o que no es asidua al ejercicio. Cada caso es particular. Para eso, hay que tener en cuenta la sensopercepción, es decir, cómo se siente uno al ejercitarse.
“En términos generales, lo ideal es hacer algún tipo de ejercicio de baja intensidad. Trabajar entre un 40% y 50% de lo que vendría a ser la intensidad máxima de cada uno. Si uno lo toma como referencia, la sensopercepción tendría que ser de liviano a moderado”, señala Ángel Santana Personal Trainer e instructor en musculación. Además, el especialista precisa que en los días posteriores a los excesos hay que elegir una actividad cardiovascular, no de fuerza.
“No hay que hacer ejercicios de fuerza, menos los que padecen hipertensión o algún otro factor de riesgo. Porque consumir alimentos con alto nivel de sodio y calorías combinado con la poca hidratación hace que la sangre esté más espesa. Cuando eso sucede, el riesgo de trombosis y embolias es mayor. Si encima le sumamos intensidad de actividad física importante, la persona se pone en una zona de alto riesgo”, alerta Santana.
Hay que recordar que la actividad física en el verano debe realizarse en horarios no pico, antes de las 11.00 o después de las 17.00. Si hace mucho calor, el ejercicio será contraproducente.
Una buena hidratación
Por otro lado, es muy importante que con posterioridad a la ingesta de comidas de alto valor calórico, con alta densidad de hidratos de carbono o saladas, y alcohol, se lleve a cabo una depuración. ¿Cómo se logra eso? Tomando agua en abundancia. “Una buena hidratación hace que se laven a nivel de las células todas las sustancias de desecho que pudieron haber quedado producto de los excesos en la alimentación y las bebidas alcohólicas”, detalla el personal trainer.
El modo para saber cuándo uno está bien hidratado es fijarse en el color de la orina. Tiene que ser clara, casi transparente.
A la actividad moderada y la buena hidratación, es conveniente sumarle comida liviana. Una buena opción para los días posteriores a los atracones es elegir frutas o verduras con alto contenido acuoso.
Los alimentos con más cantidad de agua en su composición por orden son sandía y pepino (97 %), tomate (95 %), lechuga (95 %), pera (92 %), espinaca (91 %), melón (89 %), zanahoria (89 %), naranja (88 %), ananá (87 %) y uva (81 %).
Estas recomendaciones se aplican no sólo para después de las fiestas de Navidad y Año nuevo, que se relacionan con la alta ingesta de calorías y alcohol, sino en general para cualquier tipo de día o evento en el cual uno consume comida en abundancia en un periodo corto de tiempo y bebidas de alto índice alcohólico.