La resolución, adoptada tras intensas negociaciones por 13 votos a favor, ninguno en contra y dos abstenciones (Estados Unidos y Rusia) «exige a todas las partes que autoricen y faciliten la entrega inmediata, segura y sin obstáculos de asistencia humanitaria a gran escala» para Gaza y «crear las condiciones para un cese duradero de las hostilidades».
También exige el uso de «todas las rutas de acceso y circulación disponibles en toda la Franja de Gaza» para la entrega de combustible, alimentos y equipos médicos en todo el territorio.
«Sabemos que no es un texto perfecto, sabemos que sólo un alto el fuego pondrá fin al sufrimiento», comentó Lana Zaki Nusseibeh, embajadora de Emiratos Árabes Unidos, país autor del proyecto, citada por la agencia de noticias AFP.
Pero «si no tomamos medidas drásticas, habrá hambruna en Gaza«, y este texto «responde con acciones a la desesperada situación humanitaria del pueblo palestino», añadió antes de la votación en la sede de la ONU, describiendo «el infierno que se está desatando» en el territorio palestino.
La resolución, producto de largas discusiones bajo la amenaza de un nuevo veto estadounidense, pasó por varias modificaciones desde la versión más ambiciosa presentada el domingo.
La referencia a un «cese urgente y duradero de las hostilidades», presente en el texto en su primera versión, fue removida.
Una enmienda rusa que pretendía retomar el llamamiento a una «suspensión urgente de las hostilidades», que recogía 10 votos a favor y 4 abstenciones, fue bloqueada por Estados Unidos.
La respuesta de Tel Aviv
En una primera reacción, Israel informó que seguirá inspeccionando toda la ayuda humanitaria que ingrese al enclave palestino, pese a que la resolución insta a que «no haya obstáculos».
«Israel continuará la guerra en Gaza hasta la liberación de todos los rehenes y la eliminación de Hamas en la Franja de Gaza. Israel seguirá actuando de acuerdo con el derecho internacional y continuará controlando toda la ayuda humanitaria a Gaza por motivos de seguridad», indicó el canciller, Eli Cohen.
«La decisión del Consejo de Seguridad subraya la necesidad de garantizar que la ONU sea más eficaz en la transferencia de la ayuda humanitaria y de asegurarse de que la ayuda llegue a su destino y no acabe en manos de los terroristas de Hamas», escribió en la red social X (antes Twitter).
Pero mientras el canciller culpó a la ONU, el secretario general de ese organismo, António Guterres, apuntó en la dirección contraria y responsabilizó a Israel de impedir que se agilice la ayuda humanitaria.
«Muchos de nuestros vehículos y camiones fueron destruidos o abandonados tras nuestra evacuación forzada y apresurada desde el norte, pero las autoridades israelíes no han permitido que ningún camión adicional opere en Gaza. Esto está obstaculizando enormemente la operación de ayuda», dijo el portugués en conferencia de prensa citado por la agencia de Sputnik.
Guterres también habló de la situación en el enclave: «Cuatro de cada cinco de las personas más hambrientas del mundo se encuentran en Gaza».
La Unión Europea
En ese sentido, la Unión Europea (UE) advirtió este viernes del riesgo de hambruna en la Franja de Gaza, cuando se acercan los tres meses desde el recrudecimiento del conflicto.
El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, y el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, expresaron su “consternación” de la evaluación de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF) que estima que el 100% de la población de Gaza padece «inseguridad alimentaria aguda, mientras que una cuarta parte de su población se enfrenta al hambre catastrófica y a la inanición».
«Esto no tiene precedentes. Ningún análisis de la CIF ha registrado nunca tales niveles de inseguridad alimentaria en ningún lugar del mundo», subrayaron los dirigentes comunitarios, en un comunicado replicado por la agencia de noticias Europa Press.
La ONU ya alertó en un informe que toda la población del enclave se verá confrontada en las próximas seis semanas a riesgos elevados de inseguridad alimentaria.
«Durante semanas hemos advertido que, con tales carencias y destrucción, cada día que pasa traerá más hambre, enfermedad y desesperación al pueblo de Gaza», publicó Martin Griffiths, jefe humanitario de Naciones Unidoas, en la red social X.
Desplazados
La ONU calcula que 1,9 millones de gazatíes han sido desplazados, de una población de 2,4 millones. Muchos viven en refugios abarrotados, con dificultades para conseguir comida, agua, combustible y medicamentos.
Israel prometió destruir a Hamas, que gobierna en Gaza, luego de que milicianos del grupo asesinaran a 1.200 personas, en su mayoría civiles, en territorio israeli el 7 de octubre. Otras 240 personas, incluyendo unos 20 argentinos, fueron secuestrados.
El Ministerio de Salud del Gobierno de Hamas en Gaza anunció ayer que las operaciones militares israelíes dejaron ya 20.000 muertos en el enclave, incluidos al menos 8.000 niños y 6.200 mujeres.
Israel anunció hoy la muerte de dos soldados, con lo que ya son 139 los militares israelíes fallecidos en Gaza desde que empezó el conflicto. El ejército asegura haber matado a «más de 2.000 terroristas» en la Franja desde el 1 de diciembre.
En la ciudad de Gaza los combates avanzan calle a calle, a veces de edificio a edificio. Israel anuncia con regularidad la destrucción de túneles, de infraestructuras de Hamas y la incautación de armas, y el movimiento islamista comunica la destrucción de tanques y otros vehículos militares israelíes.
Israel bombardeó de nuevo Rafah, en la frontera ente el enclave y Egipto, donde cientos de miles de desplazados se refugiaron después de que el ejército israelí los instara a trasladarse al sur para evitar los bombardeos.
En tanto, continúan los esfuerzos para alcanzar una nueva tregua, después de que la instaurada durante una semana a finales de noviembre permitiera la liberación de un centenar de rehenes y de 240 presos palestinos en Israel, además del suministro de más ayuda humanitaria.
El jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, radicado en Doha, viajó a Egipto y Ziad al Nakhala, jefe de la Yihad Islámica, un grupo aliado de Hamas que también tiene rehenes retenidos, debería visitar El Cairo próximamente.
Israel, por su parte, dialoga con Qatar y Estados Unidos, otros dos mediadores en el conflicto, junto con Egipto.
No obstante, las posturas públicas de Israel y Hamas sigue muy alejadas para alcanzar una nueva tregua.