El protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich iba a tener su prueba de fuego este miércoles con la marcha piquetera que amenaza con convertir la Ciudad en un caos.
Pero como un equipo que anuncia que está para campeón y no llega ni a octavos de final, el protocolo fracasó un día antes. Este martes hubo cortes de vías y de rutas que generaron momentos de tensión, en especial en Constitución, en donde los pasajeros del Roca esperaron más de cinco horas en vano para tomarse un tren.
«Despejados completamente los piquetes en las vías del tren Roca a la altura de la estación Sarandí», tuiteó Bullrich a la tarde luego de desactivar el primer piquete en el Roca. «Ley y orden», remató la ministra de Seguridad, cuyo protocolo podría ser denunciado ante la ONU por los movimientos sociales.
Pero tan sólo una hora después del tuit, los manifestantes se corrieron una sola estación y cortaron las vías en Villa Domínico. El piquete se extendió por más de cinco horas y al cierre de esta nota aún no había sido levantado. El Roca que va a La Plata no funcionó durante toda la tarde y eso generó escenas de bronca y tensión entre los pasajeros que esperaban en Constitución.
No sólo el tren se vio afectado: en la ruta 28 a la altura de Pilar también hubo un piquete por los cortes de luz que impidió el paso en ambos sentidos.
El caos de este martes también reveló un costado de inoperancia política respecto de la conformación del gabinete. Aún no se integraron los entes reguladores con los técnicos de la secretaría de energía para hacer frente a los cortes masivos de luz que provocó el temporal del fin de semana. Tampoco entró en funcionamiento normal la la secretaría de Transporte, que aún no tiene al secretario nombrado.