El fallo, apelable con posibilidad de llegar a la Corte Suprema, dictaminó que Trump no podía presentarse porque había sido parte de una insurrección, en referencia al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Trump «ciertamente apoyó una insurrección, no hay ninguna duda al respecto«, afirmó el mandatario, aunque aclaró que no «comentaba» sobre la decisión judicial en sí.
«Dejo que el tribunal decida si se aplica la 14ª Enmienda de la Constitución», sostuvo en su llegada a la ciudad de Milwaukee, en el estado de Wisconsin.
Por lo ocurrido el 6 de enero en el Capitolio, Trump enfrenta un juicio por conspiración, ya que los fiscales que lo acusan consideran que instigó a sus seguidores a que asaltaran el edificio legislativo para impedir la certificación del presidente electo, el demócrata Joe Biden.
Trump, de 77 años, será juzgado en Washington en marzo acusado de conspirar para anular los resultados de las elecciones de noviembre de 2020, en un proceso al que calificó en varias oportunidades de «caza de brujas».
El republicano fue sometido a juicio político por segunda vez por la Cámara de Representantes tras el ataque al Capitolio perpetrado por cientos de sus seguidores, acusado de incitar a una insurrección, pero fue absuelto por el Senado.
Una enmienda de la Guerra de Secesión, la base legal
Una enmienda de la época de la Guerra de Secesión de Estados Unidos (1861-1865), que prohíbe a personas que participaron en una insurrección ocupar cargos electivos, fue la base legal utilizada por la Suprema Corte de Colorado para excluir al expresidente Donald Trump de las elecciones primarias del Partido Republicano en ese estado en 2024 ante su papel en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
Se trata de la Sección 3 de la Enmienda 14, que se sancionó después de la Guerra de Secesión: fue discutida en 1866 y ratificada en 1868, y su objetivo era evitar que quienes habían participado de la guerra pudieran acceder a puestos gubernamentales, una vez que los 11 Estados confederados del sur volvieron a incorporarse a los Estados Unidos.
Esta Sección en particular señala la importancia de la legitimidad de quienes sean electos como representantes de la ciudadanía a través del voto y del poder que implica para sostener el orden democrático el acto eleccionario.
Esta disposición de la Enmienda garantiza que sus juramentos de cargo obliguen a los funcionarios a gobernar mediante el voto y no la violencia, según explicó el profesor de Derecho de la Universidad de Maryland, Mark Graber, en un artículo en el sitio The Conversation.
En este sentido, la enmienda apunta a sostener la unión y la legitimidad en la representatividad, ya que prohíbe a quienes «participaran en una insurrección» contra Estados Unidos ocupar cargos civiles, militares o electivos sin la aprobación de dos tercios de la Cámara de Representantes y el Senado.
Las autoridades de la época entendían que se producía una insurrección cuando dos o más personas se resistían a una ley federal por la fuerza o la violencia con un fin público o cívico, por lo que, quienes recurrieron a las balas cuando las urnas no los acompañaron no podían ser dignos de confianza como funcionarios democráticos.
Cuando se aplica específicamente a los acontecimientos del 6 de enero de 2021, la enmienda declara que quienes recurren a la violencia cuando el voto les es adverso no pueden ocupar cargos en una nación democrática, según Graber.
Esta enmienda solo había sido utilizada en el período de la Reconstrucción (1865-77) posterior a la Guerra Civil para evitar que generales del Ejército Confederado regresaran a ocupar bancas del Congreso, con lo cual, es la primera vez en 150 años que se usaría para descalificar a un candidato presidencial.
«Estamos en aguas desconocidas, y esto es muy impredecible», dijo a la cadena CBS el profesor de Derecho de la Universidad de Georgia, Eric Segall.
El veredicto queda en suspenso hasta el 4 de enero, la víspera de la fecha límite de los estados para imprimir las boletas de las primarias presidenciales, y no aplica a estados por fuera de Colorado, pero aun así, los abogados de Trump ya avisaron que apelarán la medida.
En otros estados, como New Hampshire, Minnesota y Michigan, algunos grupos ya intentaron sacar a Trump de la boleta electoral, pero fracasaron y el expresidente se mantenía invicto y en carrera, con un apoyo que crece cada día más.
Los jueces escribieron en su fallo: «No llegamos a estas conclusiones a la ligera. Somos conscientes de la magnitud y el peso de las cuestiones que ahora tenemos ante nosotros».
«Somos igualmente conscientes de nuestro deber solemne de aplicar la ley, sin temor ni favoritismo, y sin dejarnos llevar por la reacción pública a las decisiones que la ley exige que tomemos», añadió.
El fallo revoca uno anterior de un juez de primera instancia de Colorado, que dictaminó que la prohibición por cometer una insurrección que recoge la Enmienda 14 no se aplicaba a los presidentes porque la sección no los nombra explícitamente.
Por lo ocurrido el 6 de enero en el Capitolio, Trump enfrenta un juicio por conspiración, ya que los fiscales que lo acusan consideran que instigó a sus seguidores a que asaltaran el edificio legislativo para impedir la certificación del presidente electo, el demócrata Joe Biden.
En un comunicado, Steven Cheung, portavoz de la campaña de Trump, calificó el fallo de «completamente defectuoso» y criticó a los jueces, todos nombrados por gobernadores demócratas.
«Los líderes del Partido Demócrata están en un estado de paranoia por la creciente y dominante ventaja que el presidente Trump ha acumulado en las encuestas», dijo Cheung.
Los republicanos condenaron la decisión
Legisladores republicanos condenaron la decisión, entre ellos, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien la calificó de «un ataque partidista apenas disimulado».
«Independientemente de su afiliación política, a cada ciudadano registrado para votar no se le debe negar el derecho de apoyar a nuestro expresidente y a la persona que lidera todas las encuestas de las primarias republicanas», dijo, citado por la cadena británica BBC.
Por su parte, el precandidato republicano Vivek Ramaswamy anunció que no competirá en la primaria de su partido en el estado de Colorado si la Justicia mantiene descalificado al expresidente Trump de la contienda.
«Prometo que no me postularé para las primarias republicanas en Colorado hasta que el nombre de Trump vuelva a la boleta», publicó en la red social X (antes Twitter) Ramaswamy, de 38 años y apodado el «Trump millennial» por la coincidencia de sus perfiles empresariales y su escasa experiencia política.
Trump, de 77 años, será juzgado en Washington en marzo acusado de conspirar para anular los resultados de las elecciones de noviembre de 2020, en un proceso al que calificó en varias oportunidades de «caza de brujas».
El republicano fue sometido a juicio político por segunda vez por la Cámara de Representantes tras el ataque al Capitolio perpetrado por cientos de sus seguidores, acusado de incitar a una insurrección, pero fue absuelto por el Senado.