Los libros del escritor ruso Boris Akunin, considerado hasta hace poco el autor más popular de este país, han dejado de ser publicados debido a sus críticas a la guerra en Ucrania, según anunció la editorial AST.
“Las recientes declaraciones de los escritores (Akunin y el poeta Dmitri Bikov), que tuvieron una gran repercusión en las medios de comunicación, requieren una valoración legal”, informó Pável Gribkov, director general de AST, en un comunicado.
Le secundó el popular servicio de venta de libros digitales Litres, quien suspendió el viernes la distribución de las obras de Akunin.
Seguidamente, la cadena de librerías “Ciudad que lee-Tragaletras” retiró de las estanterías las obras de Akunin, seudónimo de Grigori Chjartishvili, aunque adelantó que se han dirigido a juristas independientes para entender el alcance legal de esa decisión editorial.
Akunin, que se exilió tras la anexión rusa de la península ucraniana de Crimea en 2014, ha condenado desde un principio la campaña militar rusa en Ucrania, al igual que Bikov, conocido crítico literario.
La decisión de las editoriales rusas coincide con las entrevistas realizadas por dos conocidos bromistas rusos a ambos autores, quienes, al igual que otros autores y opositores al Kremlin, han abogado por el inmediato cese de las hostilidades.
En vísperas de la guerra, Akunin acusó en una entrevista con EFE al presidente ruso, Vladímir Putin, de ser un “dictador” con ambiciones postimperialistas que ha llevado a su país a un estado de “semidesintegración”.
“Moscú considera a Ucrania y a las otras antiguas repúblicas soviéticas parte de su ‘zona de influencia’ y no quiere que ésta se reduzca. Toda la crisis ucraniana, desde la toma de Crimea a la financiación de la revuelta en el Donbás, es un castigo a Ucrania porque en 2014 el nuevo Gobierno decidió dar un giro del Este al Oeste”, aseguró.
La oposición en el exilio acusa al Kremlin de denunciar la cancelación de la cultura rusa en Occidente, al tiempo que censura a los autores y artistas que no comulgan con la actual política militarista de Putin.
“Si las cosas continúan igual, después de Putin habrá una nueva desintegración, como en 1991, sólo que ahora no será la URSS, sino la Federación Rusa”, comentó el autor, que acaba de concluir el último tomo de La Historia del Estado Ruso.
En su opinión, la “retórica imperialista” es la que lleva a Putin y al resto de altos funcionarios rusos a asegurar que Ucrania no existe y que rusos y ucranianos son un mismo pueblo. “Difícilmente ellos se lo creen”, resalta.
El autor de origen georgiano considera que “Putin, como cualquier dictador que dispone durante largo tiempo de un poder ilimitado, se encuentra, en alguna medida, alejado de la realidad. Vive, en parte, en una especie de mundo ilusorio”.
“Es una persona del siglo pasado, que no usa internet. Su comprensión del mundo se forma exclusivamente a partir de los informes que le prepara su aparato y los servicios secretos. Esas instancias son sus mayores influencias. Y persiguen sus propios intereses. Es la historia sobre el perro que se muerde la cola”, agregó.