«Las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) y yo, como su comandante, somos responsables de lo ocurrido, y haremos todo lo posible para evitar que se repitan casos así en la continuación de los combates», declaró en un video el jefe del Estado Mayor del Ejército, el teniente general Herzi Halevi.
«El tiroteo contra los rehenes se llevó a cabo en contra de las normas de fuego abierto. Está prohibido disparar contra quienes levantan una bandera blanca y piden rendirse. Pero este tiroteo se llevó a cabo durante un combate y bajo presión», afirmó.
De acuerdo con el análisis preliminar realizado por el Mando Sur del Ejército, el incidente comenzó cuando un militar israelí identificó a tres «personas sospechosas» que estaban saliendo de un edificio del barrio de Shejaiya, en el norte del enclave gobernado por Hamas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que la muerte de los tres rehenes fue una «terrible tragedia»
Todos estaban con el torso desnudo y uno de ellos llevaba una bandera blanca improvisada con un palo y una tela, pero un militar abrió fuego inmediatamente contra el grupo al grito de «¡Terroristas!» para avisar a sus compañeros, al creer que estaban siendo víctimas de una trampa.
Dos de los rehenes murieron en el acto y el tercero, herido, regresó al edificio y los militares comenzaron a escuchar gritos de «¡Socorro!» en hebreo.
Cuando el rehén volvió a salir del edificio, fue finalmente abatido por un segundo militar, indicó la investigación, citada por el medio local Times of Israel.
La pesquisa inicial considera que los dos soldados actuaron en contra de los protocolos de combate, antes de apuntar circunstancias «atenuantes» como el hecho de que las fuerzas en Gaza llevan días sin ver civiles palestinos y que las únicas personas que ven de civil suelen ser milicianos de Hamas, que se presentan como desarmados mientras otros ocultos abren fuego contra los militares.
En ese sentido, el ejército informó de un «acontecimiento trágico» ocurrido en una zona de la Franja de Gaza donde los soldados se enfrentan a una «gran presión», «intensos combates» y «numerosas emboscadas».
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que la muerte de los tres rehenes fue una «terrible tragedia».
«Me rompió el corazón y a toda la nación», manifestó Netanyahu por la noche en una conferencia de prensa junto al ministro de Defensa, Yoav Gallant, y al miembro del gabinete de guerra Benny Gantz, en la que aseguró que Israel mantendrá «la presión militar» en Gaza.
«No cejaremos en el esfuerzo militar y político para devolver a nuestros rehenes. La presión militar es necesaria tanto para la devolución de los rehenes como para la victoria. Sin la presión militar, no habríamos podido conseguir el regreso de 110 secuestrados. Sin ella no tenemos nada», aseguró, citado por el diario Haaretz.
El premier repitió su postura de que Israel debe asumir el control de la Franja de Gaza al final de la guerra, y no la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna en Cisjordania, tal como propuso su aliado Estados Unidos.
«Tras la eliminación de Hamas, la Franja de Gaza será desmilitarizada y quedará bajo el control de seguridad de Israel. A pesar del dolor, a pesar de la presión internacional, seguiremos hasta el final, nada nos detendrá», reafirmó, después de que esta semana aumentara la presión internacional para que Israel acepte un alto el fuego.
Comunicado del Ejército
Por su parte, el ministro de Defensa, que también asumió su responsabilidad por lo ocurrido, dijo que este incidente es «uno de los más trágicos» de los que tenga memoria y que fue provocado por «graves errores».
El Ejército había admitido que mató «por error» a los tres rehenes, identificados como Yotam Haim (28 años), Alon Shamriz (26) y Samer El Talalqa (25).
«Durante combates en Shejaiya, el Ejército identificó por error a tres rehenes israelíes como una amenaza. Como resultado, los soldados dispararon hacia ellos y murieron», afirmó el cuerpo armado en un comunicado, en el que expresó además un «fuerte arrepentimiento por el trágico incidente».
Sus cuerpos fueron trasladados a Israel, donde su identidad fue confirmada.
Los tres figuraban entre los 240 rehenes, entre ellos una veintena de argentinos, que fueron tomados por milicianos de Hamas en su ataque contra Israel del 7 de octubre, donde asesinaron a 1.200 personas, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
También estaba en esa lista Inbar Haiman, de 27 años, que seconfirmó que fue asesinada por Hamas después de haber sido capturada en una rave el 7 de octubre, según un grupo de familiares de rehenes y desaparecidos, que no precisó cómo ni cuándo falleció la joven.
En respuesta al sorpresivo ataque de Hamas, Israel prometió «aniquilar» al grupo islamista e inició una ofensiva en la Franja de Gaza que dejó más de 18.000 muertos, la mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del enclave palestino, que enfrenta una grave situación humanitaria debido a la falta de alimentos, medicina y combustibles.
Cientos de personas, entre ellos familiares de rehenes tomados por Hamas, se congregaron tanto el viernes como este sábado en Tel Aviv para pedir un nuevo acuerdo que permita liberar más personas.
«Presten atención a nuestros llamamientos y al tremendo sufrimiento de los rehenes y aprueben el marco para un acuerdo ahora mismo», dijo Shir Segal, cuya madre fue liberada el mes pasado y cuyo padre aún se encuentra cautivo, en una movilización frente a la base militar de Kirya, en la que se dirigió directamente a Netanyahu, Gallant, y Gantz.
Después de que el viernes se diera a conocer la muerte de los rehenes por parte de las fuerzas israelíes se registró una protesta frente al Ministerio de Defensa en la que los manifestantes ondearon banderas israelíes y pancartas con el rostro de algunos de los 129 secuestrados aún en manos de Hamas.
«Todos los días muere un rehén», rezaba una pancarta. «Me estoy muriendo de miedo», declaró Merav Svirsky, hermana de la rehén Itay Svirsky. «Exigimos un acuerdo ya», añadió.
El conflicto
Una tregua de una semana a fines de noviembre, mediada por Qatar, Egipto y Estados Unidos, permitió liberar a unos 80 rehenes a cambio de palestinos encarcelados en Israel.
De acuerdo con The Wall Street Journal, responsables de Israel y de Qatar tenían previsto reunirse en Oslo para intentar reactivar las conversaciones sobre un nuevo alto el fuego humanitario.
Sin embargo, el sitio israelí de noticias Walla informó que ese encuentro ya ocurrió el viernes a la noche y citando a dos fuentes afirmó que las conversaciones fueron «sólo el principio» y que el proceso sería «largo, difícil y complicado».
En el marco de la nueva escalada en la región, el Ejército israelí y las milicias del grupo chiita Hezbollah intercambiaron intensos ataques de artillería en la frontera sur de Líbano con múltiples impactos contra posiciones israelíes y poblaciones de la zona.