En el estadio de Lanús, lugar de la consagración, recibió por primera vez la música del canto de la gente: «Que de la mano de Edu Domínguez todos la vuelta vamos a dar…”, se lo vio emocionado y disfrutó hasta el final dentro de campo de juego junto a sus dirigidos, compañeros de cuerpo técnico y familia.
El técnico agradeció los mimos de los hinchas con los brazos en alto y tocándose el corazón a pesar de su timidez. Domínguez llegó a Estudiantes el 6 de marzo de este año luego de un breve pero muy flojo ciclo de Abel Balbo, ganó en el debut ante Huracán y de inmediato le tocó perder el clásico después de más de una década. Capeó el temporal y armó un equipo acorde a las necesidades e historia del club.
La vuelta olímpica llegó en el partido 52 de su etapa, que engloba 27 triunfos, 15 empates y 10 derrotas. El equipo anotó 75 goles y recibió solo 26. Alcanzó una eficacia del 61,53 por ciento.
Domínguez pasó a integrar la lista de técnicos campeones que comenzó a escribir Osvaldo Zubeldía, ganador del Metropolitano 1967, tres Libertadores en 1968,1969 y 1970, una Interamericana en 1969 y la Intercontinental en 1968.
Luego lo siguió su mejor alumno, Carlos Bilardo, con el título del Metropolitano de 1982, Eduardo Luján Manera con el Nacional de 1983 y Miguel Ángel Russo con el título y el ascenso récord en la temporada 1994/1995.
En el 2006 se sumó Diego Pablo Simeone, con una campaña histórica que se consagró en el Apertura 2006 hasta que llegó Alejandro Sabella, que se recibió de técnico campeón en la Copa Libertadores 2009, la cuarta para el club, y luego con el Apertura 2010, que también se dio un 13 de diciembre.
Domínguez, con contrato vigente hasta marzo y que será prolongado en estos días, asumirá un nuevo desafio para un 2024 con la Copa Libertadores a la vista.
