Tras la fractura que supuso primero las PASO, luego la derrota electoral del 22 de octubre y más tarde el triunfo de Javier Milei en el balotaje, con fecha de elección ya puesta para elegir a un nuevo presidente del partido, Mauricio Macri convocó al resto de los jefes del PRO a una cumbre para este miércoles por la mañana. Es para empezar a discutir, entre otras cosas, el rumbo del espacio que fundó, la postura frente al nuevo gobierno -que será decisiva en el Congreso y las reformas que envíe el libertario- y para analizar las primeras medidas que anunció este martes el flamante ministro de Economía, Luis Caputo.
Este martes, tras un Zoom del que participaron los miembros de la comisión directiva, el PRO definió su calendario electoral. La elección del nuevo presidente -lugar que hoy ocupa Patricia Bullrich pero anunció, luego de sumarse al Ejecutivo libertario, que no continuará- será el 17 de marzo.
Macri convocó a Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Diego Santilli y a otros referentes, legisladores y posiblemente intendentes del PRO a encontrarse este viernes por la mañana, a priori en sus oficinas de Olivos, aunque restaba definir lugar. Hasta este martes por la noche, no había confirmación de que Patricia Bullrich, ya ministra de Seguridad del nuevo gobierno, fuera a participar, y algunos dirigentes macristas indicaban que no había sido invitada.
Sucede que el PRO quedó fisurado en tres pedazos respecto a qué posición tomar frente al gobierno de Milei: el bullrichismo, con su jefa política en el Ejecutivo, mantiene una postura de “co-gobierno”. El sector más ligado a Macri viró, luego de quedar corrido del armado del Ejecutivo y de la presidencia de Diputados, hacia una posición de “oposición aliada”, pero que analizará proyecto por proyecto. Y el sector más vinculado con Larreta, Vidal y Santilli prometió de entrada, en línea con los gobernadores de JxC, colaborar con la gobernabilidad, acompañar las reformas necesarias pero nunca nada cercano a co-gobernar ni apoyo ciego.
La presidencia del partido no es una discusión inmediata. De hecho, hasta enero no debería haber candidatos si finalmente existiera interna, y es posible que finalmente se llegue a algún tipo acuerdo de consenso que evite la interna partidaria. Algunos referentes del PRO presionan para que el propio Macri sea el próximo presidente. El exmandatario todavía tiene un desafío con la elección en Boca.
“Si no es él, va a promover siempre al que defienda el cambio, alguien que se dedique a renovar el partido, que pasó de ser gobierno a salir tercero en las elecciones, pero con los valores fundantes del partido. Si los que lideran el partido quieren ser los que sacaron 11% con la campaña más cara de la historia vamos mal”, dijo un hombre de trato regular con el expresidente.
Entre posibles candidatos macristas está Martín Yeza, ex intendente de Pinamar y flamante diputado nacional. Por otra parte, pudo saber TN, también a María Eugenia Vidal le interesaría ser presidenta del partido, aunque como “prenda de unidad”, es decir, suponiendo que generaría menos ruido interno y cruces que si el presidente fuera Macri o Larreta. Algo similar se evaluó en su momento para candidatura de jefe de Gobierno porteño, que finalmente terminó quedando para Jorge Macri.
En lo inmediato, con las recientes medidas de shock anunciadas por Luis Caputo como telón de fondo, y cuando todavía se espera con expectativa la llegada del paquete de reformas que Milei presentará en el Congreso para tratar durante el verano, los jefes políticos del PRO deben de definir cómo pararse y cómo encarar la nueva etapa política que comenzó este domingo que tiene por delante meses tensos.
El bloque del PRO en la Cámara de Diputados, por lo pronto, tiene previsto reunirse a las 15 para hacer un análisis con los economistas de la bancada entre los que se encuentran Luciano Laspina y Daiana Fernandez Molero. La primera lectura partida, bastante extendida, fue que los anuncios del nuevo ministro de Economía fueron en la dirección correcta, aunque faltó una cuota importante de precisiones, tiempos y modos que produce cierta incertidumbre sobre lo que se viene.
“Se olvidaron de los jubilados, que es muy importante, tienen que anunciar algo sobre eso necesariamente. Dieron poco detalle a propósito, estratégicamente es lógico. Grave fue que se filtratara que tuvieron que grabarlo dos veces y que tuvieran dos días de feriado cambiario, genera mucha incertidumbre”, señalaba un importante hombre del PRO.
“Milei tuvo una oportunidad que por suerte desperdició, podría haber absorbido al PRO, si acordaba la presidencia de la Cámara y una sociedad de gobierno. A juzgar por las primeras señales, si le va bien al Gobierno, es un accidente. Si le va mal, no puede ser de ninguna manera nuestra culpa. El PRO no va a perder su esencia, va a acompañar las medidas de reforma, pero habrá que discutirlas y analizarlas”, señalaba otro dirigente macrista.
“Cualquier presidente, no importa quien sea, hay una responsabilidad inicial de acompañarlo por el consenso que tuvo en las urnas. De ahí a ser cogobierno es otra cosa, y ahí coincidimos la gran mayoría, sacando al bullrichismo. También es verdad que algunos fuimos más claro en eso que otros que ahora dicen lo mismo. La foto de Macri con Milei no se borra fácil tampoco”, advierten en el ala moderada.