El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) emitió la Resolución 1281/2023, por la cual autorizó la importación masiva de 1,2 millones de dosis de vacuna viva atenuada contra la enfermedad de Aujeszky, una afección letal en porcinos. La medida fue respaldada por la Comisión Nacional de Sanidad y Bienestar de los Porcinos (CONALEP).
Esta resolución, publicada en el Boletín Oficial este jueves, contempla una duración de un año o hasta agotar el cupo autorizado, permitirá la importación, comercialización y uso de la vacuna esencial en la lucha contra la enfermedad.
En este contexto, las firmas importadoras deberán presentar al SENASA el Certificado de libre venta, el Certificado de cumplimiento de buenas prácticas de manufactura y, en casos específicos, el convenio entre las partes para garantizar la transparencia del proceso.
En tanto, cada lote importado será sometido a rigurosas pruebas en la Dirección General de Laboratorios y Control Técnico del SENASA, asegurando la ausencia de microorganismos no deseados y confirmando la identidad de la vacuna.
Además, los establecimientos con diagnóstico positivo a la enfermedad de Aujeszky deberán presentar un Plan de Saneamiento para su aprobación por el organismo sanitario. Esta nueva regulación es parte de la respuesta sanitaria del país y fortalece las medidas preventivas en el sector porcino argentino.
El control epidemiológico se basa en el trabajo conjunto, afirmaron desde SENASA
Los planes de saneamiento constituyen la columna vertebral para erradicar casos positivos de la enfermedad de Aujeszky, centrando sus esfuerzos en la mejora de la bioseguridad y la implementación de estrategias de vacunación. El veterinario acreditado tiene la responsabilidad de presentar informes mensuales que incluyen registros de vacunación, resultados de laboratorios oficiales y un análisis del progreso del Plan de Saneamiento.
En particular, los establecimientos de genética y criaderos comerciales deben adherirse a rigurosas medidas de bioseguridad, realizando muestreos serológicos periódicos para mantener la certificación de predio libre o negativo. Este programa integrado involucra activamente a propietarios, veterinarios acreditados, laboratorios autorizados por el SENASA y las oficinas locales, creando una red colaborativa para el control efectivo de la enfermedad.
Asimismo, en situaciones donde se detecten sueros reactores, se activan protocolos inmediatos bajo la supervisión del veterinario oficial. Este profesional adopta medidas sanitarias, actualiza datos, lleva a cabo investigaciones epidemiológicas y aplica restricciones parciales de movimientos. Los animales enfermos se aíslan, mientras que aquellos que se han recuperado y presentan seropositividad se identifican y dirigen al proceso de faena. Dado que estos últimos animales han sido infectados y han desarrollado inmunidad, es fundamental realizar un relevamiento serológico para detectar la posible reactivación del virus en situaciones de estrés, como el parto, explicaron desde el organismo nacional.
No obstante, la enfermedad de Aujeszky presenta una peculiaridad: una vez que un animal se infectó y se recuperó, el virus puede permanecer latente en el organismo, reactivándose en momentos de estrés, como el parto. Por ello, resulta crucial realizar un relevamiento serológico periódico para identificar potenciales situaciones de reactivación y evitar la propagación a otros animales susceptibles. Esta estrategia no solo contribuye a mantener la salud del ganado sino que también preserva la integridad del establecimiento y del sector agropecuario en su conjunto, afirmaron desde SENASA.
Por último, el éxito del programa de saneamiento depende en gran medida de la colaboración activa entre todos los actores involucrados. Propietarios, veterinarios acreditados, laboratorios autorizados y las oficinas locales del SENASA trabajan en conjunto para garantizar la efectividad de las medidas preventivas y de control. La sinergia entre estos participantes es fundamental para la salud y la bioseguridad del ganado porcino en Argentina, y destaca la importancia de un enfoque holístico en la gestión de enfermedades en el ámbito agropecuario.