Durante las reuniones de transición, los funcionarios del Ministerio de Economía le explicaron a Toto Caputo y su equipo de asesores que aún quedan USD 6.400 millones disponibles del swap con China, pero es necesario que den una serie de pasos políticos y técnicos para reactivarlos. Todo un desafío que obligará a Milei en caso de decidir dar ese paso a revisar sus furibundas críticas a la potencia asiática.
El gobierno de Milei esta «desesperado» por conseguir financiamiento internacional «de donde sea», tal como confió a LPO un fuente de La Libertad Avanza que agregó «va en el mismo sentido de lo que anticipó Marra, le pedimos USD 15.000 millones a los Emiratos Arabes y a Arabia Saudita».
LPO ya reveló que Milei no sólo necesita dólares para deasrmar las leliqs como él y Caputo dicen que hay que hacerlo, tema discutible. Sino sobre todo para enfrentar los USD 10.000 millones de vencimientos que tiene que enfrentar el país para no caer en default antes que termine el verano.
El tema es que para activar los dólares del swap con China, el nuevo gobierno tiene que viajar a Hong Kong para habilitar un nuevo tramo del acuerdo «Hay que viajar cada USD 1000 millones de dólares para firmar con el Gobierno y el Banco Popular de China», precisó a LPO una fuente del Palacio de Hacienda.
En la práctica, cuesta imaginar un desembarco cómodo de Javier Milei o de cualquiera de sus representantes en el gigante asiático. «No vamos a ir a mendigar por una cifra tan insignificante», adelantó la fuente de LLA. En teoría, el gobierno de Xi Jinping, podría exigir la devolución inmediata de los casi USD 12.000 millones utilizados, en el caso que Argentina no negocie un nuevo plan.
Lo cierto es que hasta ahora, el mercado local había tomado la circulación de yuanes como algo habitual, dado que desde marzo ingresaron en el mercado cambiario local dólares vía China un promedio de USD 1.000 millones mensuales.
Un dato de color es que este acuerdo fue firmado originalmente en 2009 durante la presidencia de Martín Redrado en el BCRA. Redrado lo negoció con su par chino, Zhou Xiaochuan, para acordar un intercambio de monedas que ambos países pudieran pedir uno del otro y que luego deberían ser repagados.