A pocas horas de jurar en sus bancas, la coalición Juntos busca un esquema de funcionamiento para articular en los próximos años en la siempre compleja Legislatura bonaerense.
En sintonía con lo que ocurre a nivel nacional, en la provincia de Buenos Aires el PRO y los radicales buscan consolidar un armado entre profundas diferencias por la cercanía un sector del partido amarillo con La Libertad Avanza.
Por ahora, la idea que gana fuerza es la conformar un interbloque con el PRO, la UCR y quizás la Coalición Cívica. Ocurre que en la Legislatura la figura del interbloque no existe como tal por lo que parece más una jugada para tapar el impacto de una ruptura. Sería en todo caso, una interacción informal entre varios bloques.
«El interbloque es una salida a corto plazo. Después vemos», dicen en la coalición. Otros sostienen que tras la elección los distintos bloques necesitan priorizar su identidad propia y que el interbloque puede ser un buen esquema de funcionamiento hacia el futuro.
Sobre la superficie asoman algunas diferencias inmediatas: hay legisladores del PRO con perfil más duros con muchas ganas de articular con Javier Milei. En tanto, el radicalismo parece posicionarse como el sector político que le garantizará a Axel Kicillof la gobernabilidad en la provincia. Probablemente esos extremos sean demasiado para sostener un interbloque.
Mientras tanto, dos diputadas de Patricia Bullrich acercaron este lunes posiciones con legisladores provinciales de La Libertad Avanza. Se trata de Florencia Retamoso, esposa de Gerardo Milman, y la especialista en Seguridad, Sofía Pomponio. También estuvo Gustavo Ferragut, un referente de Patricia de La Matanza. Por el lado de los libertarios estuvieron Nahuel Sotelo -quien será el jefe de bloque en Diputados-, Sebastián Pareja y Agustín Romo, entre otros.
Como sea las definiciones debe llegar en las próximas horas. Los diputados juran el miércoles y apenas quedan algunas horas para definir una síntesis de funcionamiento. Falta definir presidencias de bloques y cargos importantes como las vicepresidencias tanto en el Senado como en Diputados.
En el PRO donde reina el caos. Los legisladores responden a un grupo de referentes que ahora quedaron posicionados en lugares muy diferentes. Diego Santilli controla cuatro bancas, Cristian Ritondo quería lugares de relevancia en la Legislatura, pero tras quedar afuera de la presidencia de Diputados tendrá que pelear fuerte por esos cargos. Jorge Macri quedó fortalecido, pero su prioridad está en arrancar su gestión en la Ciudad.
Adrián Urreli también quiere espacios de poder, aunque la derrota de Néstor Grindetti en la provincia y de Diego Kravetz en Lanús dejaron a ese espacio debilitado. Fabian Perechodnik también pelea por esos espacios. En tanto, Fernando Rovello también pide lugares en Diputados, impulsado por Daniel Angelici y Jorge Macri.
El radicalismo parece algo más ordenado. Maxi Abad le ganó la pulseada a Facundo Manes y Diego Garciarena estará al frente de ese bloque. En la vice quedará Pablo Domenichini, un diputado que responde a Martín Lousteau.
En Diputados, Juntos presenta un bloque importante con 37 de las 92 bancas (el peronismo también tiene 37). Sin embargo, habrá que ver en lo que viene como se reacomodan los distintos sectores de ese frente. Por caso, el PRO tiene 17 bancas y la UCR tiene 15. Tres son de la Coalición Cívica y dos son del GEN, de Margarita Stolbizer. Algo similar ocurre en el Senado. El PRO tiene unas 12 bancas, el radicalismo siete y una tiene el GEN.
En el radicalismo hay legisladores que responden a varios dirigentes: Maxi Abad, Manes, Lousteau y hasta Daniel Angelici. En el PRO hay diputados que responden a una línea más dura con referentes como Patricia y Joaquín De la Torre que proponen trabajar muy cerca de los legisladores de Milei.
