La posibilidad de un conflicto social empezó hoy a merodear el inicio del gobierno de Javier Milei cuando el ahora libertario Joaquín de la Torre advirtió que los jóvenes libertarios podrían salir a la calle a darle «una paliza» a aquellos que se movilicen contra las reformas y el ajuste que anunció el libertario.
El clima se enrareció aún más cuando se supo que el líder piquetero Juan Grabois sufrió une escrache mientras tomaba un café con su padre en Palermo. Dirigentes de todo el arco político repudiaron el ataque verbal, pero desde La Libertad Avanza eligieron no sumarse margen del repudio.
Horas después la CGT convocó a un acto con líderes piqueteros en la histórica sede de Azopardo en la que reunió a su cúpula encabezada por Rodolfo Daer y sumó al propio Grabois y referentes de otras organizaciones como Emilio Pérsico del Movimiento Evita y Daniel Menéndez de Barrios de Pie.
El clima fue de abierto desafío a lo que entendieron son amenazas directas. «Cada vez que quieran tocar un derecho de los trabajadores, vamos a ser los primeros en salir a la calle», advirtió Pablo Moyano que decidió regresar de España, a donde lo encontró el nombramiento de Patricia Bullrich como ministra de Seguridad.
LPO reveló que con esa designación, Milei desoyó la advertencia directa que le habían realizado desde la CGT en los primeros contactos que mantuvo con los líderes sindicales. «Si nombras a Patricia en Seguridad, que nos quiso meter presos, después no podes venir a plantear un acuerdo con el peronismo», le advirtieron.
Grabois participó este lunes de un acto en el salón Felipe Vallese de la CGT junto con Héctor Daer (Sanidad), Pablo Moyano (Camioneros) y Andrés Rodríguez (UPCN). El sindicalismo y los piqueteros peronistas cerraron filas y anticiparon que van a salir a la calle a protestar en caso de que se impulsen reformas a la legislación laboral que ellos entiendan que afecta a los trabajadores.
La excusa del acto fue compartir la asunción de las nuevas autoridades de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), el sindicato que representa a los trabajadores del sector informal, que ahora será liderado por Alejandro Gramajo, del Movimiento Evita.
La demostración de fuerza plantea un problema político de primera magnitud al gobierno de Milei, que luego de la mala señal de nombrar a Bullrich en Seguridad, hasta ahora no ha designado ningún interlocutor de nivel con los líderes sindicales y piqueteros. De hecho, el MInisterio de Trabajo fue degradado a Secretaría y ubicado debajo de la licenciada en familia, Sandra Petovello.
En el acto fue evidente la búsqueda de sumar fuerzas con el gobierno de Axel Kicillof. Además de los líderes sindicales y piqueteros estuvieron dos de los ministros bonaerenses con mayor músculo político: el ministro de Trabajo, Walter Correa y el ministro de Desarrollo Social, Andrés Larroque, que se perfila como uno de los hombres fuertes del segundo mandato de Kicillof. También estuvo presente el líder de los docentes bonaerenses, Roberto Baradel.
De hecho, Kicillof fue de los primeros en condenar el ataque contra Grabois. Luego se sumaron el diputado radical, Martin Tetaz; la ex candidata presidencial de izquierda, Myriam Bregman y hasta los macristas Laura Alonso, Martín Yeza y Pablo Avelluto.
El escrache contra Grabois ocurrió en la mañana de este lunes cuando el dirigente, que se encontraba desayunando junto a su padre, Roberto Grabois, fue insultado por una persona, que lo filmó y ese video fue difundido en redes sociales.
«Ahí lo tenemos al gerente de la pobreza. Café $1200, empanada $1.000. Después no sabemos de qué labura ni nada», se escucha decir al hombre que grababa, quien remarcó que se encontraban en Palermo.
En ese momento, Grabois frenó a su padre, quien se mostró enojado por la actitud del agresor. «Sos un hijo de puta, tomátelas», lo puteó el padre del piquetero.
En un momento del video se ve cómo Grabois cruza la calle con gestos agresivos hacia un hombre, que no se sabe si es el mismo que lo intentó escrachar.
Sin embargo, finalmente terminaron cara a cara y en las imágenes no se mostró si se golpearon o no.
