La COP28, que empezó el jueves pasado en Dubai, Emiratos Árabes Unidos (EAU), tiene por delante dos días de intensos debates en torno a tres opciones sobre los combustibles fósiles muy alejadas entre sí, según un borrador de 24 páginas sobre las discusiones en curso divulgado por la ONU.
La primera opción sería pedir una «salida ordenada y justa de los combustibles fósiles», sin mencionar una fecha.
Otra opción sería pedir «acelerar los esfuerzos para alejarse de los combustibles fósiles» de aquí a «mediados de siglo».
La tercera posibilidad es aún más abierta: «sin texto»; es decir, dejar de lado esta discusión que incomoda a todos los países, dado que el mundo todavía dependen de los combustibles fósiles para la producción, el consumo y los desplazamientos.
El ministro de Energía de Arabia Saudita, Abdulaziz Bin Salman, se declaró «totalmente» opuesto a una reducción del consumo petrolífero.
«Me gustaría plantear el desafío a todos aquellos que (…) salen públicamente diciendo que tenemos que (desfasar los combustibles). Yo les doy el nombre y número de teléfono, llámenlos y les preguntan cómo van a hacer eso», explicó en una entrevista.
Rusia anunció, por otro lado, que el presidente, Vladimir Putin, viajará este miércoles a los Emiratos, aunque no está claro si la visita está relacionada con la COP28.
La razón oficial es mantener discusiones sobre cooperación y sobre la situación en Medio Oriente.
La presidencia de la COP28 está en manos del jefe de la compañía petrolera emiratí, Sultan Al Jaber.
El jefe negociador brasileño, André Correa do Lago, se mostró cauto en conferencia de prensa sobre los resultados de la cumbre.
«Tenemos que tener un debate más estructurado a nivel internacional sobre las opciones con respecto a los combustibles fósiles. La gente habla de consumo, de medidas de reducción (…) Se habla de cosas muy diferentes», explicó el diplomático.
Detrás del debate sobre «salida» o «reducción» del uso de energías fósiles, hay un debate mucho más delicado de recursos para los países pobres que tienen yacimientos.
«Si un país extremadamente pobre descubre petróleo, ¿cómo podemos decirle que no lo explote, si nadie le ayuda?», declaró el diplomático cubano Pedro Luis Pedroso a la agencia de noticias AFP.
La presidencia de la COP28 está en manos del jefe de la compañía petrolera emiratí, Sultan Al Jaber.
Al Jaber se ha mostrado dispuesto a aceptar que hace falta una «reducción» del consumo de combustibles fósiles, pero no su eliminación.
«Estamos en ese momento en el que las propuestas están creciendo, como un globo. Crecen y luego deberían normalmente volver hacia su base, su balance normal, en la segunda semana» explicó, por su parte, una fuente negociadora chilena que habló con AFP bajo condición de anonimato.
España decidió respaldar la opción de «salida» y anunció que se unía a una alianza conocida como BOGA, lanzada hace dos años por Dinamarca y Costa Rica.
Esa alianza, ahora de 24 países, preconiza el compromiso de no invertir en ningún proyecto nuevo de combustibles fósiles.
Además de la discusión sobre los combustibles fósiles, la COP28 tiene entre sus principales objetivos elevar la ambición colectiva para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con nuevos plazos, compromisos más estrictos, y cifras lo más concretas posibles de financiación.
La contaminación por combustibles fósiles aumentó un 1,1% el año pasado, según una investigación del grupo de climatólogos Global Carbon Project presentada a la COP28.
La investigación agregó que existe un 50% de riesgo de que el calentamiento supere de aquí a 2030 el umbral de 1,5 ºC respecto a la era preindustrial, establecido como límite recomendado en el Acuerdo de París de 2015, alcanzado en la COP21 celebrada en la capital de Francia.
En octubre, por ejemplo, la temperatura media mundial rondó un exceso de +1,4 ºC.
«Se está volviendo cada vez más urgente», alertó Pierre Friedlingstein, autor principal del estudio y miembro del instituto de sistemas globales de la Universidad de Exeter.
«Para mantener una oportunidad de permanecer por debajo de 1,5 ºC, o muy cerca de 1,5 ºC, tenemos que actuar ya», añadió.
Los países deben presentar nuevos compromisos nacionales de reducción (NDC), después de que el balance que hicieron en septiembre revelara que son insuficientes para alcanzar la meta deseada.
El mundo debería reducir la emisión de gases un 43% de aquí a 2030, recordó Jaber en rueda de prensa.
Al ritmo actual solo lo harán un 2%, según la ONU.
«A pesar de sus promesas, los gobiernos no han tomado suficientes medidas para reducir las proyecciones de calentamiento, y algunos, en cambio, recurren a soluciones falsas como la captura y almacenamiento de carbono para continuar la dependencia mundial de los combustibles fósiles», denunció la organización Climate Action Tracker.