El anuncio de Macron se produjo después de reunirse con Lula en Dubai, donde ambos asisten a la Conferencia de las Partes (COP28) sobre cambio climático que auspicia la ONU.
Según la presidencia brasileña, la visita tendrá lugar el 27 de marzo.
El mandatario francés justificó que existía una «agenda bilateral extremadamente densa» y «una muy amplia coincidencia de puntos de vista» con Lula, a quien consideró un presidente «visionario» y «valiente», según informó la agencia de noticias francesa AFP.
Entre las coincidencias, Macron citó «la lucha contra la deforestación, las cuestiones de defensa, los intereses económicos y las cuestiones culturales».
Ambos mandatarios abordarán el futuro del acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur, que integran Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, sellado en 2019 tras 20 años de arduas negociaciones.
La firma en espera
El acuerdo, sin embargo, no fue ratificado debido a las preocupaciones del bloque europeo sobre las políticas ambientales, especialmente de Brasil durante la presidencia de Jair Bolsonaro.
En marzo, la UE presentó un instrumento adicional al Mercosur en el que incorporó una serie de exigencias ambientales suplementarias que podrían perjudicar la exportación de determinados productos de la región, por lo que se encontró con la resistencia de algunos países.
Este punto fue considerado por Lula como una «amenaza», pese a manifestar su intención de cerrar el pacto.
El Mercosur, por su parte, entregó su contraoferta formal a principios de septiembre, tras lo cual la UE dijo que sigue empeñada en cerrar un acuerdo comercial.
Este sábado, Macron ratificó su postura de cara al posible acuerdo entre ambos bloques.
“Estoy en contra del acuerdo Mercosur-UE, porque creo que es completamente contradictorio con lo que él (Lula) está haciendo en Brasil y lo que estamos haciendo nosotros, porque es un acuerdo que se negoció hace 20 años, y que intentamos remendar, pero está mal hecho”, subrayó.
El peso del factor factor medioambiental
Para Macron, el acuerdo «no toma en cuenta la biodiversidad y el clima» y se reduce a un acuerdo «mal remendado» que «desmantela los aranceles» como se hacía antes.
El presidente francés pidió que el acuerdo recompensara «a Brasil por su política forestal».
«La comunidad internacional y la Unión Europea deben ayudarlos y por ende darles créditos de carbono para que no deforesten, porque tienen un tesoro forestal en Brasil», insistió, en referencia a la Amazonía.
Luego de las declaraciones de Macron, Lula afirmó que Francia es un país «más proteccionista», mientras caminaba por los pasillos de un área restringida en la COP28, según replicó el medio brasileño O Globo.
«Es su derecho. Cada país tiene derecho a tener una posición. Creo que tiene derecho a tener un puesto. Creo que Francia es el país con el que es más difícil llegar a un acuerdo porque es más proteccionista. No es la misma posición que la Unión Europea, piensa de otra manera», dijo Lula.
Las negociaciones entre ambas partes prosiguen de momento, a pesar de que Brasil y Argentina calificaran las exigencias de la UE de «parciales» e «inaceptables».
Sin embargo, ayer Lula se mostró confiado y escribió en la red social X que ambas partes estaban «cerca de cerrar» un acuerdo.
El mandatario brasileño, cuyo país ejerce la presidencia semestral del Mercosur, mantuvo diversos encuentros el viernes al margen de la COP28, entre ellos con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, con quien acordó dar un último «impulso político» para que se cierre el acuerdo.
Lula también se reunió con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, con la que coincidió en que «hubo avances significativos en las reuniones entre los equipos técnicos de los dos lados» en los últimos días, especialmente luego de una comunicación telefónica entre ambos, señaló la Presidencia de Brasil en un comunicado.
«La UE está comprometida a cerrar este acuerdo», escribió Von der Leyen en X el viernes.
La próxima semana, durante la cumbre del Mercosur el 7 de diciembre en Río de Janeiro, Brasil le entregará la presidencia rotativa del bloque a Paraguay, un país que manifestó que las negociaciones con el bloque europeo no serán prioridad durante su mandato.