Un equipo médico de El Líbano informó del sorprendente caso de una mujer joven con un enorme cálculo vaginal escondido entre sus órganos pélvicos.
El caso, publicado en la revista Urology Case Reports, se dio en una mujer libanesa de 27 años con parálisis cerebral que estaba postrada en cama y desarrolló un gran cálculo vaginal.
La paciente había presentado fiebre, escalofríos, vómitos, pérdida de apetito y dolor abdominal severo durante los últimos tres días.
“Los cálculos vaginales rara vez se encuentran en la práctica, a menudo se diagnostican erróneamente como cálculos en la vejiga, afirman en el preámbulo. La manifestación clínica puede ser inespecífica, desde cálculos asintomáticos hasta la aparición aguda de fiebre o molestias abdominales, lo que dificulta el diagnóstico”, informaron los profesionales médicos de la Universidad Libanesa en Beirut. Estas piedras toman la forma de cristales muy duros.
En el caso de esta paciente, los médicos le realizaron una tomografía computarizada pélvica y abdominal después de que llegara a la sala de emergencias. Esto les permitió descubrir una gran masa de forma redonda en la zona pélvica.
“La tomografía computarizada del abdomen y la pelvis mostró una estructura redonda calcificada en la pelvis que ocupaba el espacio entre la vejiga y el recto, probablemente empujando hacia arriba desde el útero ocupando el espacio vaginal”, describen en el trabajo .
Más de tres horas de cirugía para extirpar el cálculo vaginal
Seis semanas después, la paciente fue operada bajo anestesia general. Los médicos primero fragmentaron la piedra con láser y luego extrajeron las diferentes piezas con fórceps. En total, el procedimiento duró 3 horas y diez minutos.
“No se observaron hemorragias”, dijeron los médicos. El postoperatorio transcurrió sin complicaciones, la paciente fue dada de alta con antibióticos y se aconsejó a los cuidadores mantener un seguimiento programado.
Cómo pueden aparecer los cálculos vaginales
Este seguimiento es especialmente necesario porque la mujer tiene un riesgo superior a la media de sufrir cálculos. De hecho, padece parálisis cerebral espástica, lo que la obliga a permanecer postrada en cama.
“La parálisis cerebral se asocia con frecuencia con la incontinencia urinaria y resulta en una fuga constante de orina hacia la vagina”, dicen los autores.
Los cálculos vaginales están relacionados con la presencia de orina estancada, que se convierte en cristales. “Además, estar acostado durante mucho tiempo conduce a la estasis urinaria, lo que promueve la formación de cálculos”.
La obstrucción y la estasis urinarias son trastornos urológicos importantes por su capacidad de dañar el riñón. Pero la formación de estos cálculos también puede estar ligada a otros elementos como la dieta, el pH urinario, el microbioma, la genética o las hormonas. Según los autores, el principal factor de riesgo sigue siendo la incontinencia en las personas que permaneces acostadas. Creen que un mejor control y manejo de la incontinencia es una de las medidas preventivas más fácilmente aplicables.