“Si hay una decisión, tengo que cumplirla. Hago esto porque me debo al pueblo del Chaco, no tengo nada que esconder, soy inocente”, aseguró Ayala, ante los cronistas de diferentes medios que se acercaron hasta la sede del Juzgado Federal Nº 1 de Resistencia, en Perón al 600. La legisladora nacional macrista decidió presentarse espontáneamente luego de que la Cámara Federal de Apelaciones de Resistencia confirmase, el viernes último, su procesamiento con prisión preventiva como presunta jefa de una banda dedicada al lavado de activos originados en supuestas contrataciones irregulares a empresas de personas vinculadas a su administración como intendenta de la ciudad de Resistencia, en la causa conocida como “Lavado II”.
“La justicia dice que tengo que ir presa, voy a ir presa. Yo soy inocente”, aseguró. Ayala dijo que se la acusa de haber contratado a la empresa PIMP en el año 2014 “a los fines de enriquecerme”. Y advirtió que la empresa “sigue trabajando en la Municipalidad, con los mismos camiones, con el mismo contrato, con el mismo sistema. ¿Por qué no le preguntan a Capitanich, viene siendo mi socio?”.
En ese contexto, la legisladora nacional macrista aseguró que “va a haber suspensión de los fueros, porque es una decisión de Cambiemos de que si la justicia resuelve en la Cámara Federal que necesita que un diputado esté preso, tiene que estar preso”.
“No se ha leído el expediente”, insistió Ayala. Y refirió que “en la Municipalidad tenemos mil proveedores por lo menos, y de esos mil hay cien que siempre están interactuando. Cuando hablamos de proveedores, hablamos de empresas no solo constructoras, tenemos empresas de desarrollo social, de proveedores de mobiliarios, que pintan, que hacen parques, plazoletas, no solo de la basura”.
“No es función del intendente estudiar el historial de cada empresa porque para eso está Personas Jurídicas. Hay una ordenanza 2873, que tiene la inscripción de los mil proveedores y es la que determina si una empresa trabaja o no trabaja, si cumple o no cumple”, señaló.
“Me quieren proscribir”, aseguró Ayala, y que es víctima de una “persecución política” aunque advirtió que “no tengo ganas de analizar quién está detrás”.